30 de octubre de 2008

Sobrevolando el espacio aéreo de la Universidad



Esta tarde, poco antes de las cuatro de la tarde me dirigía a unas prácticas de Citología en la Universidad Politécnica de Valencia cuando he visto una ave enorme en el cielo. Se trataba de un
buitre leonado (Gyps fulvus) que volaba bastante bajo (aunque tomaba altura lentamente). Las gaviotas patiamarillas (Larus michaellis) que cicleaban en los alrededores se han acercado en seguida a darle caña. Impresionante ver como las gaviotas (que parecían tan pequeñitas al lado del buitre) han conseguido hacer, en una emocionante "batalla" aérea, que la rapaz se alejase rápidamente de la zona. Aún así me ha hecho llegar un poquito tarde a la práctica.
El buitre era bastante oscuro, pero no me atrevería a decir que era un joven ya que no llevaba prismáticos a mano y tal y como teníamos el cielo hoy no era el mejor contraste. Mi pregunta es ¿Hay otras citas de esta especie por la ciudad de València? Es que me ha resultado bastante chocante. Y... ¿Qué podía estar haciendo por aquí un buitre leonado? ¿Qué puede haberlo traído hasta allí a él solo?

Por otra parte con ésta ya son cinco las especies de rapaces que he podido ver desde que empecé a estudiar aquí (el año pasado), en el poli y alrededores. Las otras cuatro son: un halcón peregrino
(Falco peregrinus) en junio del año pasado, los cernícalos vulgares (Falco tinnunculus) que siempre se pasean por la zona, un par de ratoneros comunes (Buteo buteo) durante el invierno y un águila calzada (Aquila pennata) de fase clara también en invierno (enero concretamente). Y una lista de especies que no para de crecer de aves identificadas en la zona.

28 de octubre de 2008

Excursión SVO: Delta de l'Ebre (Parte II)



Fuimos atravesando la playa del Trabucador en dirección a la Punta de la Banya con la intención de ver que se movía por las Salinas de la Trinitat. Allí nos llevamos un pequeño chafón al ver el poco movimiento que había. Tan sólo unos cuantos ánades reales (Anas platyrhynchos), gaviotas patiamarillas (Larus michaellis), reidoras (L. ridibundus), garzas reales (Ardea cinerea) y fochas comunes (Fulica atra) descansaban en la zona. El espectacular ataque de dos gaviotas patiamarillas a un pequeño cernícalo vulgar macho (Falco tinnunculus) fue lo único que hizo que valiese la pena acercarse hasta allí.

Garza Real en las Salinas de la Trinitat

De vuelta de nuevo por la playa del Trabucador disfrutamos otra vez con las numerosas limícolas que habíamos visto a la ida. Además de detectar entre los correlimos tridáctilos (Calidirs alba) algún correlimos menudo (C. minuta).

Gaviota Patiamarilla

Una vez salimos de la playa nos dirigimos hacia l'Alfacada, según nos habían dicho allí es donde encontraríamos refugiadas a la mayoría de las anátidas. Y así fue. El lugar tenía un aspecto increíble. Se podían observar cientos de anátidas reunidas en las orillas así como nadando entre las aún más numerosas fochas (creo que no exagero al hablar de miles de fochas). A pesar de la cantidad de aves y variedad de especies nos sorprendió que faltasen algunas tan comunes como el porrón europeo (Aythya ferina), el ánade rabudo (Anas acuta) o la cerceta común (Anas crecca). De todas formas se podían ver otras como ánades reales, silbones (Anas penelope), friso (Anas strepera), tarro blanco (Tadorna tadorna), pato colorado (Netta rufina) y cuchara (Anas clypeata). Compartían laguna con las anátidas y fochas un grupito de somormujos lavancos (Podiceps cristatus), algunos zampullines comunes (Tachybaptus rufficollis), charrán patinegro (Sterna sandvicensis), gaviotas reidoras y patiamarillas y una segunda pagaza piquirroja (Sterna caspia).

Esta pareja de Ánades Reales estuvo posando un buen rato frente al observatorio

Dejamos el observatorio en el que estábamos cuando vimos que llegaba un grupo enorme de gente en autobús que rompería un poco la calma que allí se respiraba. Desde allí nos dirigimos hacia la Reserva Natural de Riet Vell, donde, aunque nos habían dicho que por la mañana había poco movimiento, esperábamos ver alguna cosilla. De camino hacia allí vimos grupos de garcillas bueyeras (Bubulcus ibis) haciendo honor a su nombre al estar junto a un rebaño de vacas. También nos sobrevolaron un par de ratoneros comunes (Buteo buteo).

Nada más llegar a Riet Vell nos encontramos con uno de los principales reclamos ornitológicos del sitio: los calamones (Porphyrio porphyrio). Allí son especialmente numerosos (no menos de treinta y cinco en el primer arrozal que vimos) y además mucho menos tímidos que en cualquier otro sitio. Junto a ellos se alimentaban algunas pollas de agua (Gallinula chloropus) mucho más miedosas y asustadizas... sobretodo por el hecho de tener a dos aguiluchos laguneros (Circus aeruginosus) jóvenes que no paraban de hacer lances contra los calamones (que ni se inmutaban) y ellas mismas.

Alrededores de Riet vell

Entramos en el primer observatorio. Cuando apenas habíamos pasado pudimos oír fuera los gritos de algún rascón (Rallus aquaticus) asustado por algún motivo. Nos apostamos en las ventanas del observatorio. En el agua se podían ver unos cuantos zampullines comunes, somormujo lavanco, polla de agua, focha común... En general pocas novedades respecto a lo que ya habíamos visto en otras zonas, aunque ahora mucho más cerca. Las nuevas especies que añadir a la lista vinieron en forma de paseriformes, muchos de los cuáles ya habíamos visto en otras zonas pero sin prestarles la suficiente atención. Así pues los protagonistas fueron los buitrones (Cisticola juncidis), carriceros comunes (Acrocephalus scirpaeus), ruiseñor bastardo (Cettia cetti) y otras especies palustres.

Pasado un rato nos fuimos al segundo observatorio. Por el camino que los une pudimos ver alondras comunes (Alauda arvensis), especie que en estos momentos está en plena migración, cogujadas comunes (Galerida cristata), colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros) y algunas agachadizas (Gallinago gallinago).
Lamentablemente el observatorio estaba cerrado y nos quedamos con las ganas de ver que se ocultaba tras el carrizo... pero como era la hora de comer lo compensamos dándole algo de energía al cuerpo, que desde el desayuno no habíamos hecho más que una corta parada. ¡Qué rabia no poder hacer la fotosíntesis en estas situaciones y no tener así que perder este precioso tiempo!

Entrada a Riet Vell y un buen sitio para comer

Durante la comida y sentados desde las mesas que hay a la entrada de la reserva pudimos ver a un esmerejón (Falco columbarius) haciendo su típico vuelo de caza sobre el carrizo espantando a los paseriformes que haya en él. Como tantas otras especie sque habíamos encontrado a lo largo del día primero de la temporada para mí.

Después de comer fuimos a buscar un transbordador que nos cruzase el Ebro y pasar a visitar el Hemidelta Nord. Como no íbamos muy bien de tiempo tuvimos que decidir entre visitar el Garxal o acercarnos a la Punta del Fangar pues no nos daría tiempo a las dos. Después de meditarlo nos decidimos por la Punta del Fangar.
De camino allí las especies que veíamos se iban repitiendo: garzas, gaviotas, cernícalos, aguiluchos, fochas...

Por fin llegamos a otra de esas largísimas y estrechas playas que caracterizan al Delta del Ebro. Al fondo se veía el faro y la Punta del Fangar, pero no podíamos llegar hasta allí en coche pues gran parte de la pista estaba inundada, seguramente por las lluvias de los últimos días. Mirando con los telescopios vimos al otro lado un gran bando de gaviotas al que no paraban de unirse más y más ejemplares. Sin lugar a dudas pasarían allí la noche. Con la idea de leer algunas anillas nos acercamos lentamente hacia allí. Al igual que en la playa del Trabucador en esta había muchos correlimos tridáctilos y chorlitejos grandes (Charadrius hiaticula).



Correlimos Tridáctilo

Cada cierto tiempo nos parábamos a echar una ojeada al mar. Nos llamó la atención no ver ninguna pardela balear (Puffinus mauretanicus), especie que ya habíamos detectado desde Cullera (València) en el RAM de octubre. Por otra parte se veían muchos alcatraces (Morus bassanus), todos ellos volando en dirección norte. En cuanto a especies no pelágicas detectamos bandos de anátidas volando mar adentro aunque sin poder decir especie, cormoranes (Phalacrocorax sp.), diversas especies de gaviotas, algunos limícolas que volaban alejados de la costa y paseriformes que llegaban desde el mar.


Últimas luces en la playa

Como por mucho que avanzábamos las gaviotas parecían cada vez más lejos y se nos estaba echando la noche encima decidimos volver hacia los coches e internarnos un poco en la zona de dunas. Allí a parte de cogujadas y alondras pudimos ver las dos últimas especies del día: bisbita común (Anthus pratensis) y lavandera boyera (Motacilla flava).
Desde aquí vuelta a Sant Carles de la Ràpita y de nuevo a València. Aunque me encantó la visita, el sitio y las aves que vimos (algo más de ochenta especies) me quedé ganas de más y estoy deseando volver allí, a ser posible durante el invierno, que tiene que ser un sitio espectacular en esta época.

Desde aquí agradecer a Rafa Muñoz y el resto de compañeros de la SVO que vino a la excursión por su compañía.

Excursión SVO: Delta de l'Ebre (Parte I)



Últimamente ando un tanto agobiado y no me había dado tiempo de actualizar esto.

El pasado fin de semana teníamos programada en la SVO (Societat Valenciana d'Ornitologia) una excursión al Delta del Ebre en Tarragona (Cataluña).
La idea era salir de València bien temprano para llegar a Sant Carles de la Ràpita (pueblo que se encuentra ya en el parque) con las primeras luces del día. Con ese fin salíamos a las cinco y media pasadas desde la Universitat Politécnica de València las siete personas que íbamos a participar en la actividad.


Con muchas ganas de pasarlo bien y después de un buen desayuno empezamos nuestras andanzas pajariles en el puerto de Sant Carles, donde descansaban unas cuantas gaviotas patiamarillas (Larus michaellis) y de Audouin (L. audouinii) y nos sobrevolaron unos enormes bandos de estorninos (Sturnus sp.) que salían de algún dormidero cercano. También se movían por allí lavanderas blancas (Motacilla alba) y colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros).


Desde allí cogimos una carretera en dirección a la Encanyissada aunque parando cada poco tiempo para no dejar ni un arrozal sin revisar. Así en nuestras sucesivas paradas fueron sumándose rápidamente especies: cormorán grande (Phalacrocorax carbo) y moñudo (P. aristotelis), martín pescador (Alcedo attis), zarapito real (Numenius arquata) y trinador (N. phaeopus), andarríos bastardo (Tringa glareola)... Como observaciones más interesantes nos cruzamos con una grulla común (Grus grus) primera del año para mí, tres garcillas cangrejeras (Ardeola ralloides), algún grupillo de golondrinas comunes (Hirundo rustica) que se negaba a seguir a sus compañeras en su periplo hacia África, un enorme bando de unos ciento cincuenta moritos (Plegadis falcinelus) y otro de unas veinticinco garcetas grandes (Casmerodius alba).


Grupo de Garcetas Grandes

También vimos a los primeros cazadores (Homo scopetus) que nos amargaron un poco el día al no poderse estar tranquilamente observando fuera de las zonas de reserva integral. Fue por ellos que decidimos no dirigirnos a la Encanyissada (tan sólo una parada rápida), ya que, tal y como estaba la cosa, el lugar se parecía más a un campo de tiro que a un lugar donde disfrutar de la observación de las aves. Allí sólo pudimos ver algunas agachadizas (Gallinago gallinago) asustadas, ánades reales (Anas platyrhynchos) huyendo y unos nerviosos patos criollos (Cairina moschata) que parecían ser los únicos a quienes no se disparaba. También algún aguilucho lagunero (Circus aeruginosus) sobrevolaba la zona.
De allí himos rápidamente hacia las Salinas de la Tancada. De camino, una observación interesante. Una hembra de aguilucho pálido (C. cyaneus). Si no me equivoco se trataría de un ejemplar en migración.



Hembra de Aguilucho Pálido

Casi nada más llegar a las salinas pudimos ver a un águila pescadora (Pandion haliaaetus) cargando un enorme pez mientras buscaba un buen posadero para comérselo. Mientras lo hacía, dos gaviotas reidoras (L. ridibundus) la acosaban sin cesar. Una vez encontró un lugar apropiado permaneció allí hasta que nosotros nos fuimos, permitiéndonos observarla y fotografiarla (para fotógrafos más duchos que yo, que sólo puedo hacer fotos aguantando la cámara a pulso a través del teles).

Lo mejor que conseguí sacarle a la pescadora.

Y durante el tiempo que ella estuvo comiéndose su pez pudimos ver en los alrededores un nutrido bando de limícolas, formado en su mayoría por archibebes comunes (Tringa totanus) y avocetas (Recurvirostra avosetta). Aunque también observamos archibebe oscuro (T. erytropus), archibebe claro (T. nebularia), chorlito gris (Pluvialis squartarola), chorlitejo grande (Charadrius hiaticula)... A parte de los limícolas también tenían representación las ardeidas con las omnipresentes garzas reales (Ardea cinerea) y comunes (Egretta garzetta), de nuevo alguna garceta grande y una garceta dimorfa (E. gularis) ,o híbrído de esta y la común, bastante conocido por la zona.

Garceta Dimorfa (Híbrido)

En cuanto a los láridos estaban las ya nombradas gaviotas patiamarillas y reidoras, alguna sombría (L. fuscus), y un grupito de picofinas (L. genei). Entre todas ellas reposaban algunos charranes patinegros (Sterna sandvicensis). La sorpresa del lugar resultó ser una preciosa pagaza pirquirroja (Sterna caspia). Un bicho enorme y muy bonito que todavía no había tenido la oportunidad de ver a pesar de las ganas que tenía.


Intento de foto a la Pagaza Piquirroja

Desde las salinas nos dirigimos hacia la Punta de la Banya por la playa del Trabucador. Esperábamos ver alguna serreta mediana (Mergus serrator) en la bahía que forma, pero al parecer todavía era demasiado pronto y no hubo suerte. A pesar de todo pudimos ver somormujos lavancos (Podiceps cristatus) en el mar y correlimos tridáctilo (Calidris alba) y chorlitejos patinegros (C. alexandrinus) y chicos (C. dubius) en la playa.
Seguimos avanzando por la playa hasta...

Continuará...

19 de octubre de 2008

Anillamiento en Lliria



Este fin de semana tocaba anillar en Lliria (València). En este caso la zona de anillamiento era un campo de naranjos abandonado con una gran cantidad de vegetación (arbustos altos) a parte de los frutales. La idea era coger fringílidos (lúganos, verdecillos, jilgueros...) pues se habían visto muchos por la zona, y aunque al final no hemos cogido muchos la jornada ha valido muchísimo la pena.



Hemos cogido ciento veinticinco aves en siete horas de anillamiento. La primera ronda, en la que todavía éramos pocos anillando han caído algo más de ¡cuarenta aves! Luego el ritmo se ha reducido, pero siempre en buenas cantidades.
En general las especies que más han caído han sido currucas, sobretodo la cabecinegra (Sylvia melanocephala) ya que el grueso de capirotadas (Sylvia atricapilla) parece que no ha llegado todavía.

Curruca Cabecinegra macho (Sylvia melanocephala)

Curruca Cabecinegra macho (Sylvia melanocephala)

Siguiendo muy de cerca a las currucas en cuanto a número están los gorriones (Passer sp.), de los que han caído sobretodo molineros (Passer montanus), un ave que tenía muchísimas ganas de anillar.

Gorrión Molinero (Passer montanus)

En representación de los fringílidos han venido los jilgueros (Carduelis carduelis) y pinzones vulgares (Fringilla coelebs), de estos últimos sólo hembras, aunque por los alrededores no parábamos de verlos.

Jilguero (Carduelis carduelis)

En cuanto a túrdidos han caído sobretodo petirrojos (Erithacus rubecula) y mirlos (Turdus merula), aunque también hemos anillado el primer zorzal común (Turdus philomelos) de la temporada (y se ha escapado de la red en nuestras narices el segundo).
Todavía siguen llegando los mosquiteros comunes (Phylloscopus collybita) y aunque no caen las cantidades que llegan a cogerse durante los meses de invierno cada vez son más los que cogemos.
Por último las dos especies con las que más contentos nos hemos quedado. En primer lugar una pareja de lavanderas blancas (Motacilla flava) muy peleonas que han caído al mismo tiempo en la red. Me ha gustado especialmente cogerlas pues tenía ganas de ver a esta ave en mano, y me ha sorprendido gratamente. A pesar de lo acostumbrados que estamos a verlas en la ciudad ganan mucho en distancias cortas.

Lavandera Blanca (Motacilla flava)

En esta foto se aprecia muy bien el límite de muda en P4

La otra especie interesante ha sido un precioso torcecuello (Jynx torquilla). Interesante por la época en la que estamos ya que podría ser un individuo ocn un paso tardío o uno de los pocos que se quedan como invernantes por la zona e interesante por tratarse de un ave muy bonita y curiosa. Tiene un nombre muy bien puesto pues sorprenden los movimientos que hace con la cabeza intentando asemejarse a una serpiente y poniéndola en posiciones realmente extrañas. Además gana valor la observación cuando llevas años intentando ver uno sin conseguirlo como es mi caso.


Torcecuello (Jynx torquilla)

Especies Anilladas:

Curruca Cabecinegra (Sylvia melanocephala)
Curruca Capirotada (Sylvia atricapilla)
Gorrión Común (Passer domesticus)
Gorrión Molinero (Passer montanus)
Jilguero (Carduelis carduelis)
Lavandera Blanca (Motacilla flava)
Mirlo Común (Turdus merula)
Mosquitero Común (Phylloscopus collybita)
Petirrojo (Erithacus rubecula)
Pinzón Vulgar (Fringilla coelebs)
Torcecuello (Jynx torquilla)
Verdecillo (Serinus serinus)
Zorzal Común (Turdus philomelos)



Otras especies vistas en la zona:

Gavilán Común (Accipiter nisus)
Cernícalo Vulgar (Falco tinnunculus)
Mochuelo Común (Athene noctua)
Vencejo Real (Apus melba)
Picogordo (Coccothraustes coccothraustes)
Lúgano (Carduelis spinus)

Participantes: Toni Polo, Santi Garrido, Pep Portolés, Márica, Alessio y yo.

16 de octubre de 2008

"Visita Express" a la Marjal del Moro



Aprovechando un hueco libre imprevisto que me ha surgido en el horario he cogido todos los cacharros de observación de aves y me he ido a hacer una visita rapidita a la Marjal dels Moros. La Marjal es uno de mis lugare
s favoritos para observar aves y merece que un día le dedique una entrada para presentarla en sociedad, pero la entrada de hoy, como mi visita, tiene que ser express. Así que de forma rápida definiremos la Marjal como un humedal costero (apenas separado del mar por unos metros de tierra). Después de los meses de verano ha llegado a estar seca casi por completo, pero por lo que he podido ver estas últimas lluvias le han venido muy bien y vuelve a estar pletórica. Durante el invierno se convierte en un lugar tranquilo para las anátidas ya que no se puede cazar, en cambio, en verano es un hervidero de charadriformes debido a las colonias de cría existentes, principalmente de estérnidos.


Como tantas otras veces un martín pescador (Alcedo attis) es quién me ha dado la bienvenida

Hoy presentaba un aspecto interesante. Nada más llegar he podido oir que el carrizo estaba lleno de vida. Los cantos del ruiseñor bastardo (Cetia cetti) y el mosquitero común (Phylloscopus collybita) delataban su presencia entre la espesura. Poco a poco he podido ir viendo otros paseriformes que salían de él. Han pasado ante mis prismáticos carricero común (Acrocephalus scirpaeus) y pechiazul (Luscinia svecica) (el primero de la temporada para mí). También por las orillas he podido toparme con una lavandera cascadeña (Motacilla cinerea) que perseguía insectos por el carrizo muerto. Y viendo a la lavandera he visto algo que me ha llamado la atención. Había una polla de agua (Gallinula chloropus) por el carrizo, pero también algo más, aunque no se dejaba ver. Después de unos segundos de tensión se ha asomado un rascón (Rallus aquaticus) que ha estado paseándose por allí con más valentía de la que nos tiene acostumbrados, aunque sin alejarse mucho de la protección que ofrecía la vegetación.

Cutrefotos del rascón. Es la primera vez que consigo que se le vea en una foto.


Después de disfrutar del pequeño rálido me he ido a otra charca donde saltaba a la vista que las primeras anátidas ya han llegado.

Sobretodo había ánade real (Anas platyrrhynchos), pero fijándome un poco he podido encontrar ánades rabudos (A. acuta) y frisos (A. strepera), cerceta común (A. creca) y pato cuchara (A. clypeata) y colorado (Netta rufina). Compartían el lugar con los patos una buena cantidad de g
arzas reales (Ardea cinerea) y cormoranes (Phalacrocorax carbo). Así como unos cuantos calamones (Porphyrio porphyrio).


Un tímido calamón alimentándose.

Y aquí he decidido dejarlo pues sólo tenía tres c
uartos de hora libres y se estaba agotando el tiempo, había que volverse. Supongo que este fin de semana volveré, ya que si en tan poco tiempo y visitando sólo dos lugares he podido identificar cerca de cuarenta especies distintas quiere decir que es el momento perfecto para visitarla.

14 de octubre de 2008

Y tras la lluvia...



¡Pues ha llegado el otoño! Sí, sí, el otoño, ahora. Al menos para mí hoy es el primer día de otoño. Pero tiene una explicación esto.
Esto de las estaciones parece muy medido. Todos sabemos que hay unos equinocios y solsticios que marcan el paso de una a otra a lo largo del año. Pero yo pienso que no puede ser algo tan exacto, nada en la naturaleza lo es, siempre hablamos de aproximaciones. Cada uno tenemos nuestro propio calendario de estaciones interno que nos dice cuando hemos cambiado. O al menos así lo veo yo. Estoy seguro de que todos vosotros no pensásteis que estábamos en otoño el día 23 de septiembre. Hubo quien lo habrá sentido antes y quien lo habrá sentido después. Para algunos la llegada del otoño empieza con la caída de la hoja de los árboles caducifolios por ejemplo, y este es un proceso que no se da al mismo tiempo (y el día 23 de septiembre) en todos los sitios. A mayor latitud antes se suelen producir estos fenómenos. Otros tal vez piensen que es la primera nevada (por débil que sea) la que lo marca. Algunas personas sienten que están en otoño cuando se encuentran las primeras setas o simplemente una combinación de todos estos (y más) factores.
En mi caso el otoño empieza el primer día después del fenómeno conocido como "gota fría". Tal vez sea un cambio muy brusco pero así lo veo yo. Durante el mes de septiembre (puede llegar hasta mediados de octubre) es una etapa de transición. Poco a poco los días se acortan, hay una luz distinta, el paso de aves en migración es muy acusado, las naranjas y mandarinas de las variedades más tempraneras empiezan a estar listas para ser recogidas, las temperaturas bajan ligeramente... Pero de pronto un día empieza a llover. El calor se acaba de golpe, al estar todo el día el cielo nublado la luz cambia muchísimo, las lluvias cesan todas esas actividades al aire libre tan propias del verano, todo se interrumpe durante unos días. El otoño nos dice,
"Eh, que estoy aquí". Y llega de la forma más impresionante posible. Avenidas de agua tremendas, cientos de paseriformes (incluso las gaviotas son incapaces de soportar a veces el temporal) en migración llegan muertos a las orillas del mar, el fuerte viento y las lluvias hacen que los pocos árboles caducifolios que por aquí tenemos pierdan las hojas que les quedan... Y aunque es una pena ver todos los daños que causan estas lluvias y las vidas que llegan a arruinar me parece impresionante todo esto, es uno de esos momentos en los que te das cuenta de la auténtica fuerza que tiene la naturaleza.

El caso es que ahora parece que lo peor ha pasado. Puede que todavía nos caigan algunas gotas en la cabeza, pero poco a poco la "gota fría" pierde su fuerza. Y yo puedo considerar por fin que estamos en otoño. Y con observar un poco se ve que así es. Las primeras aves invernantes van llegado a la ciudad. Ya se pueden observar fácilmente los omnipresentes colirrojos tizones
(Phoenicurus ochruros). Los mosquiteros comunes (Phylloscopus collybita) se oyen sin parar en los parques y jardines, así como los primeros petirrojos (Erithacus rubecula). Las gaviotas patiamarillas (Larus michaellis) y reidoras (Larus ridibundus) invaden la ciudad y se pueden ver decenas de ellas posadas en cualquier grúa. En las rotondas es fácil observar grupos de garcillas bueyeras (Bubulcus ibis) alimentándose de una forma frenética. Los estorninos pintos (Sturnus vulgaris) se suman a los ya presentes bandos de estornino negro (Sturnus unicolor) haciéndolos aún más grandes. En definitiva, después de tanta fuerza destructiva vemos como la ciudad se va llenando de vida. Precisamente por esto me gusta tanto el otoño (y el invierno) porque traen una cantidad y variedad de aves enorme al campo, y muchas de ellas entran a buscar el calor de las ciudades.
Y como ya me enrollo demasiado, simplemente queda desear que tengáis un
feliz otoño.

9 de octubre de 2008

Anillando en Moncada



Ayer, miércoles (aprovechando el puente que tenemos por el Día de la Comunitat Valenciana), probamos suerte con el
anillamiento nocturno de paseriformes en paso en la Sierra de el Toro (Castellón), cerca ya de la provincia de Teruel.
El viento, que velaba las redes, y el frío atroz que hacía obligó a que a las dos y me
dia de la madrugda estuviesemos de vuelta a casa sin haber "tocado pluma".

Es por ello que decidimos intentarlo hoy a las siete y media de la mañana en la huerta de Moncada.
La mañana ha empezado flojita con la entrada de u
n único mirlo y algunas currucas (dos machos de cabecinegra y uno de capirotada).

Mirlo Común macho (Turdus merula)

Curruca Capirotada macho (Sylvia atricapilla)

Después de un par de revisi
ones de redes sin que estas viniesen cargadas y de escuchar algún mosquitero común por la zona, decidimos poner el reclamo de estos para ver si había suerte. En la siguiente ronda teníamos a nuestro primer mosquitero, pero para nuestra sorpresa no era común sino un musical tardío.


Mosquitero Musical (Phylloscopus trochilus)

Las rondas posteriores han traído ya a los primeros mosquiteros acompañados de los omnipresentes mirlos.

Mosquitero común (Phylloscopus collybita)

Los mosquiteros son aves muy tranquilas en mano. Se pueden sostener sobre la palma abierta sin que se inmuten, como hipnotizados.


Mirlo Común hembra (Turdus merula)

Y así, como un goteo de pájaros, ha continuado (con pocas aves en general, la mañana ventosa que ha hecho no ha ayudado nada) hasta la última ronda en la cual nos hemos llevado una grata sorpresa al encontrar entre las redes a un joven de bisbita arbóreo, primera vez que se coje en la zona y primera vez que lo veo.

Bisbita Arbóreo (Anthus trivialis)


Como migrador que es, el bisbita arbóreo presentaba una gran cantidad de grasa (un siete). Se puede apreciar en la foto de color amarillento.


Especies Anilladas:


Bisbita Arbóreo (Anthus trivialis) (1 joven)
Curruca Capirotada (Sylvia atricapilla) (1 macho)
Curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala) (2 machos)
Mirlo Común (Turdus merula) (4 machos, 3 hembras)

Mosquitero Común (Phylloscopus collybita) (5)

Mosquitero Musical (Phylloscopus trochillus) (1)

Participantes: Toni Polo, Santi Garrido, Mónica Escudero, Márica y yo.

6 de octubre de 2008

Elanio Azul en l'Horta Nord



Volvía hoy de la universidad (a eso de las cinco y media) por un camino de huertas, entre los pueblos de
Borbotó y Poble Nou, cuando me he llevado una agradable sorpresa. Sobre un campo recién arado volaba un ave del tamaño de un cernícalo y de color blanco. He parado sospechando en seguida de qué se trataba.
Tal y como yo esperaba el individuo en cuestión era un
elanio azul (Elanus caeruleus) que no paraba de cernírse y buscar alimento por la parcela. Después de unos minutos de observación el ave se ha alejado rápidamente en dirección a Valencia.
Una pena no tener ninguna foto para ilustrar el feliz encuentro, pero cuando estas cosas pasan al volver de clase te pillan un poco desarmado.
Una cita interesantísima para la zona, sin lugar a dudas.

5 de octubre de 2008

¡Cómo cuesta esto de hacer un Blog!



Desde que me decidí a hacerlo y hasta este momento ha pasado mucho tiempo... y todavía me queda escribir esta pirmera entrada. Me ha costado lo mío decidir cuál sería el título que llevaría el blog, qué fotos iba a poner y hasta que colores utilizaría para cada cosa. Ahora mismo estoy contento con todo ello y auqnue pued
e que le falten algunos detallitos creo que ya está preparado para empezar a funcionar.

Así pues aquellos que esn leyendo este mensaje son testigos de la inauguración oficial de "Aves de aquí y allá". ¿Y de qué va todo esto?
Como indica el nombre, este blog tratará principalmente de aves, observaciones interesantes, crónicas de
jornadas de "pajareo" y todo aquello relacionado con su mundo, aunque cualquier tema de naturaleza tiene buena cabida en él.
Al principio pensé en ponerle Aves y... ¿Luego qué? ¿Qué título le daba? ¿Tal vez Aves de Valencia? ¿
De Levante? No paraban de surgirme dudas con respecto a qué título darle... y si ponía esos ¿Qué pasaría cuando me fuese de viaje y quisiese poner una crónica? El blog mentiría, y otra cosa no sé, pero un blog mentiroso no me apetecía tener. Es por ello que al final me vino a la cabeza la frasecilla, así todas las aves forman parte de él: las de València, las de La Mancha, las de Europa y las que quieran.


Una vez el blog estaba creado y con su título se presentaba ante mí una pantalla en blanco. Había que adornarlo todo. Buscar fotos, colores adecuados, fuentes, enlaces... Y poco a poco lo he ido rellenando todo. Como espero que este "Aves de aquí y allá" vaya cobrando vida, poco a poco. Descubriendo nuevas cosas, pasándolo bien y disfrutando con las aves. Y esto es todo lo que quería contar con esta primera entrada. Al final no me ha costado tanto.

En fin, bienvenidos a "Aves de aquí y allá".
Álex Alamán