29 de diciembre de 2008

Me despido hasta 2009



Dentro de un rato me voy para mi pueblo (en Ciudad Real) allí pasaré el fin de año entre águilas imperiales, avutardas, elanios...


Os deseo a todos mis lectores un feliz fin de año y comienzo del siguiente.

Un saludo:

Álex Alamán

24 de diciembre de 2008

Felices Fiestas

A pesar de estar de vacaciones sigo sin mucho tiempo. Con los exámenes de enero a la vuelta de la esquina y muchas cosas que hacer no tengo tiempo para contar todo lo que hago y veo. Espero que pase pronto.

Sin más, que tengáis unas Felices Fiestas.


Río Borosa. Parque Natural de Cazorla, Segura y las Villas.

14 de diciembre de 2008

RAM Diciembre



Ayer, como todos los meses, tocaba jornada de censo RAM. Siempre que puedo me apunto y participo desde el cabo que tenemos en Valencia, en el Cabo de Cullera.

La jornada de ayer se dio bastante bien a pesar del viento de poniente que nos alejaba a las aves de la costa. Como viene siendo habitual los grandes ausentes de la jornada fueron los álcidos, que un año más vuelven a fallarnos en el Mediterráneo. No fue así el caso de las pardelas baleares (Puffinus mauretanicus) que no pararon de pasar tanto en dirección norte como sur. Fue especialmente notable el paso a sur hacia el final de la jornada, cuando pasaron los grupos más grandes.
Los alcatraces (Morus bassanus) se hicieron de rogar al principio y no vimos el primero hasta bien avanzada la mañana, pero luego vimos varios más a lo largo de esta. La mayoría de ellos ejemplares adultos que volaban en dirección sur, alguno de ellos deteniéndose constantemente a ver si había papeo bajo el agua.
Fueron muy interesantes también los avistamientos de dos págalos grandes (Catharacta skua) volando en dirección norte. Es una especie que me encanta (y los págalos en general) y siempre son agradables de ver.
Tampoco faltaron a su cita las dos especies de cormoranes que se suelen ver desde aquí. Siendo mucho más numeroso el grande (Phalacrocorax carbo) que el moñudo (P. aristotelis) del cual sólo vimos un ejemplar joven.


Ejemplar de segundo invierno de Gaviota de Audouin

Y entre avistamiento y avistamiento siempre teníamos a las gaviotas reidoras (Larus ridibundus) y patiamarillas (L. michaellis) entreteniéndonos con sus vuelos, peleas y persecuciones. Entre ellas no fue difícil localizar alguna gaviota de audouin (L. audouinii) y un par de cabecinegras adultas (L. melanocephala) de ese blanco tan puro que las caracteriza. Así como los charranes patinegros (Sterna sandvicensis) que siempre mantienen una distancia prudencial con las gaviotas mientras pescan.

Ejemplar adulto de Gaviota Cabecinegra

En el apartado de las curiosidades encontramos unos numerosos bandos de anátidas (Anatidae sp.) mar adentro, primero uno en dirección sur y luego otro a norte. También una garcilla (Ardeidae sp.), yo diría que común, volando mar adentro y una paloma (Columbidae sp.) inidentificada que entraba desde él.

Fue una jornada muy entretenida, pero desde luego el sorpresón llegó a la vuelta. Me fui en dirección el Palmar desde Cullera a ver si con un poco de suerte el águila moteada (Aquila clanga) que lleva un tiempo viéndose por allí me dejaba echarle un ojo en cima cruzándose en mi camino. Yo iba bastante atento y no dejaban de cruzar águilas calzadas (Hieraaetus pennatus), de las dos fases, de un lado a otro de la carretera.
De pronto, a la altura del Palmar, un ave con un vuelo y silueta distintos y mayor que las calzadas apareció sobre los pinos. Tuve la suerte de que fuese un punto en el cual podía apartarme y salir de la carretera, así que pude seguirla con los prismáticos meintras cruzaba la carretera y verla alejarse de la zona. Una observación muy fugaz pero que me alegró el día, un águila moteada no se ve todos los días.

8 de diciembre de 2008

Quedada Territorio Natural: Villafáfila 2008



Bueno, como dije, tengo algunas cosillas atrasadas que contar, y como llevo tres días con fiebre y en cama no he podido ponerme a ello hasta hoy. La primera quedada del foro Territorio Natural es por la que quiero empezar. Fue el fin de semana pasado (días 28, 29 y 30 de noviembre), en mitad de un temporal de frío generalizado y con unas amenazas de viento y nieve de lo menos favorables. Pero aun así un grupo de valientes nos animamos y pese a las condiciones nos lanzamos a la aventura.

El viernes, día 28, nos fuimos juntando en el pueblo de Villafáfila (Zamora) aquellos que pasaríamos los tres días, todos integrantes del foro. Llegábamos desde Madrid, Salamanca, Asturias, Gran Canaria y Valencia (servidor) todos dispuestos a pasarlo bien y a tener nuestro primer encuentro desde que perdimos el foro de ElOrnitologo.com. La tarde era fría y ventosa, pero por lo menos no nevaba aunque no estábamos muy seguros de como se presentaría la mañana del sábado. Después de tomar algo y de una alegre velada en el comedor de la casa rural en la que nos alojábamos nos fuimos a dormir, dispuestos a "verlo todo" al día siguiente.

El sábado se despertó de forma similar a como se había ido el viernes, muy ventoso, con mucho frío (acrecentado por el fuerte viento) y con algunas nubes amenazantes todavía en el cielo.

Los más madrugadores se acercaron poco antes del amanecer a ver que aspecto presentaba la laguna (desde el observatorio de Otero de Sariegos). Cuando el sol todavía no había despuntado por el horizonte dejaron la laguna lentamente las grullas (Grus grus) y ánsares comunes (Anser anser) que allí habían pasado la noche. Pasarían el día completo en los campos cercanos alimentándose para finalmente, al atardecer, volver a la laguna a descansar una vez más.

Un rato después el grupo al completo (y un par de nuevos visitantes llegados directamente de Ávila, entre ellos el administrador del foro) nos dirigíamos de nuevo al observatorio de Otero. En el camino frenazo en la carretera. Un ave enorme descansa sobre un poste de la luz. Se trata de la dama del aire, el águila real (Aquila chrysaetos). Puedo asegurar que jamás la había visto tan bien y tan cerca. Aguantó un tiempo posada en el poste (con los coches parados justo debajo) y despegó. Una observación impresionante, ver desde tan cerca desplegar toda su envergadura es algo indescriptible.

Continuamos de camino al observatorio. Al llegar nos encontramos que todas las aves que habían pasado allí la noche habían desaparecido. Sólo quedaban unos cuantos ánades reales (Anas platyrrhynchos) y tarros blancos (Tadorna tadorna), así como el cadáver de un ánsar que no había conseguido pasar la noche. También en las casetas cercanas al observatorio vimos a uno de los mochuelos (Athene noctua) más famosos y fotografiados del lugar.

Alguien te observa entre las tejas

Todo el tiempo que pasamos allí estuvimos viendo al águila real. Volaba de un lado a otro espantando los grupos de ánsares (ocultos a nuestros ojos) o atrayendo hacia sí a todas las rapaces de la vecindad, así, vimos como la acosaban aguiluchos laguneros (Circus aeruginosus), uno pálido (C. cyaneus), milano real (Milvus milvus) y hasta grajillas (Corvus monedula) y cernícalos (Falco tinnunculus). Vamos, que la pobre no podía cazar con tanto acosador.

Omnipresente el milano real, la rapaz más abundante con diferencia

Mientras nos deleitábamos con este baile de rapaces llegaron desde Cantabria las dos últimas integrantes grupo de expedición TN.

Una vez todos juntos, nos dirigimos a una zona más propicia para observar aves esteparias, principalmente avutardas (Otis tarda). Por el camino tuvimos que parar un par de veces. Una para ver a unos zarapitos reales (Numenius arquata) que se alimentaban cerca del camino y otra por un pequeño grupo de chorlitos dorados (Pluvialis apicaria) que se alimentaban junto a las omnipresentes avefrías (Vanellus vanellus).

Avefría

Las avutardas no se hicieron de esperar y en seguida pudimos ver los primeros bandos. En general se mantenían alerta y un tanto desconfiadas y aunque las veíamos muy cerca siempre acababan despegando o alejándose con esos andares disimulados que las caracterizan.

Por la zona se veían también grupos de ánsares alimentándose y algún milano real peleando contra el viento, así como pequeñas avecillas tales como bisbitas comunes (Anthus pratensis) y alpinos (A. spinoletta), multitud de bandos de jilgueros (Carduelis carduelis) y unos enormes de calandrias (Melanocorypha calandra) y alondras (Alauda arvensis).

Los bisbitas comunes (como el de la foto) eran bastante abundantes. Pero había que andarse ocn ojo que siempre había algún alpino escondido

La última sorpresita del lugar fue un precioso halcón peregrino (F. peregrinus) que se dejó ver muy bien posado y más tarde desmostrando una auténtica maestría en vuelo contra el viento, nada que ver con los torpes aleteos del milano real que andaba cerca.

El halcón posó para nosotros desde bien cerca, aunque sólo hizo que darnos la espalda

Nuestro siguiente destino fue el centro de interpretación. En él hay un par de lagunas que mantienen constantemente llenas de agua y que presentaban un aspecto interesante. Las aves se apelotonaban en una de las orillas más protegidas del viento.

Manifestación de acuáticas

La variedad de especies en esa única orilla era de lo más interesante: ánades reales, patos cuchara (A. clypeata), fochas (Fulica atra) una de ellas anillada y con collar identificativo (amarillo con letras negras: C46), ánsares comunes, caretos (A. albifrons) que junto con una barnacla cariblanca (Branta leucopsis) permanecen mancados en el centro, porrones europeos (Aythya ferina), moñudos (A. fuligula)

Uno de los machos de porrón moñudo

En el resto de observatorios fuimos repitiendo estas especies, algunas mejor vistas y añadiendo alguna más, como fueron los ánades silbones (A. penelope), zampullines comunes (Tachybaptus rufficollis), cercetas comunes (A. crecca)

Y llegados a este punto llegó el momento de huir un tiempo del frío y el viento y meterse en el cuerpo las buenas calorías que da una opípara comida.

Segunda Parte en breve. Agradecer a los fotógrafos una vez más el dejarme poner sus fotos aquí.

6 de diciembre de 2008

Con poco tiempo...



Llevo mucho tiempo sin poder actualizar el blog, pero es que últimamente no dispongo de todo el que desearía, entre trabajos y algún examen no me dejan llevar esto al día. Todavía tengo pendiente contar como me fue por las lagunas de Villafáfila (Zamora) el fin de semana pasado y alguna cosilla más que tengo por ahí, como la observación de un halcón peregrino (Falco peregrinus) en la universidad y otras observaciones de especies interesantes.


Por empezar a contar algo, anoche, a eso de las seis de la mañana, pude ver una lechuza (Tyto alba) volando, cerniéndose y posándose sobre los árboles del río. Sin lugar a dudas una de las mejores observaciones que he tenido de la especie. Alucinante.

En fin, que espero poder tener esto a máximo rendimiento otra vez cunato antes, que el invierno es la época que más me gusta para las aves y no quiero que se quede todo sin contar.

Saludos.

16 de noviembre de 2008

Anillamiento en la Yesa



Pues una semana más le ha tocado el turno al anillamiento. En este caso el lugar elegido es el municipio de
la Yesa. El objetivo es anillar en bebederos (pequeños charcos para el ganado), y las especies que esperábamos que cayesen eran principalmente túrdidos (zorzales y mirlos) y fringílidos (piquituertos, pinzones, pardillos...).

Como otras veces salimos de València a las seis de la mañana. En el pesado trayecto hasta el lugar de anillamiento vemos como la temperatura va bajando progresivamente, y de los ocho que marcaba el termómetro en Llíria pasa a cuatro a la altura de Villar del Arzobispo, para bajar después bruscamente y sin previo aviso a unos nada agradables menos dos. Después mientras nos acercamos a la Yesa vuelve a subir un poco hasta quedarse en la temperatura de equilibrio, cero grados centígrados (ya se sabe, ni frío ni "caló").

Al llegar a los bebederos las primeras luces del alba nos muestran que éstos están recubiertos por una capa de hielo, en algunas zonas de algo más de un dedo de grosor. Mientras montamos las redes nos entretenemos rompiendo el hielo, que si no, pocos pájaros van a bajar a beber.
Al terminar de montar, con una luz clara ya y mientras desayunamos, nos damos cuenta de que el ambiente no es le mismo que otras veces que hemos estado allí (y no precisamente por el fresquito que hace). Se ven muy pocas aves, en general poco movimiento y algún tímido canto. Otras veces, a estas alturas de la mañana, ya se ven muchos zorzales charlos
(Turdus viscivorus), piquituertos (Loxia curvirostra), pinzones (Fringilla coelebs)...
Mientras esperamos a que se haga la hora de revisar las redes vemos algún zorzal alirrojo (Turdus iliacus), zorzal charlo, se oye algún lúgano
(Carduelis spinus) pero poco más.


Piquituerto Común. Una de las especies más habituales en la zona.

En la pirmera ronda sólo cae una ave. La vemos en la red desde el coche. Es negro, cruzamos los dedos por que sea alguno de los mirlos capiblancos
(Turdus torquatus) que invernan en la zona y que hemos levantado a nuestro paso. Nuestro gozo en un pozo cuando vemos el pecho totalmente negro del mirlo (Turdus merula).

La siguiente ronda mejora en algo en cuanto a número de aves. Esta vez son tres. Primero salen de las boslsas dos aves grandes, zorzales charlos. La tercera, una miniatura en comparación con sus compañeros de red, un carbonero garrapinos
(Parus ater). Un pajarillo bastante chulo que todavía no había tenido oportunidad de ver en mano.

Carbonero Garrapinos

La tercera ronda iguala en número a la anterior, pero la supera en calidad... aunque en principio no lo parecía. Repetimos especies en una de las redes (y además se escapan dos piquituertos de ellas sin que podamos hacer nada). Son un mirlo común y un carbonero garrapinos. Al volver, pasando por segunda vez por una de las redes que ya habíamos revisado vemos algo que no estaba antes. Se trata de un zorzal alirrojo. Especie que tenía muchas ganas de coger.

Zorzal Alirrojo. Detalle de la cara, me ha encantado el diseño que tiene.

Las siguientes rondas van perdiendo intensidad, y en el rato que pasa sólo añadimos a las especies anilladas un par de piquituertos y una hembra de verderón común
(Carduelis chloris). Por fortuna en el rato de espera aparece un águila real (Aquila chrysaetos) volando bastante bajo y cerca de nosotros. Después de unos aleteos pesados se pone a ciclear y va ganando altura rápidamente. Parece un ejemplar adulto, pero es bastante pequeño. Aún así un ave majestuosa, tiene un nombre muy bien puesto. Con elegancia se aleja un poco de la zona.
Al cabo de un rato la volvemos a ver, esta vez más lejos y acompañada. Las dos aves están tomando altura mientras ciclean para luego dejarse caer rápidamente en un largo planeo sobre la ladera de las montañas. Tras sobrepasar el collado y perder altura al otro lado dejamos de verlas.

La jornada ha sido flojita en cuanto al número de aves (sólo diez), aunque casi todas de especies distintas (seis especies). Pero se ha visto compensada (al menos para mí) con ver a las águilas y capturar un zorzal alirrojo. ¡No siempre van a ser ciento y pico capturas y todo rarezas!

Especies Anilladas:

Carbonero Garrapinos (Parus ater) (2 ejemplares)
Mirlo Común
(Turdus merula) (2)
Piquituerto Común (Loxia curvirostra) (2)
Verderón Común (Carduelis chloris) (1)
Zorzal Alirrojo
(Turdus iliacus) (1)
Zorzal Charlo
(Turdus viscivorus) (2) Otras Especies Identificadas:

Águila Real (Aquila chrysaetos)
Conejo
(Oryctolagus cunniculus)
Corneja Negra
(Corvus corone)
Curruca Rabilarga (Sylvia undata)
Liebre Ibérica (Lepus granatensis)
Lúgano
(Carduelis spinus)
Mirlo Capiblanco
(Turdus torquatus)
Picogordo
(Coccothraustes coccothraustes)
Totovía
(Lulula arborea)

Participantes: Toni Polo, Toni Pérez, Santi Garrido, Mónica Escudero, Iván Villa, Olga y yo.

10 de noviembre de 2008

Visita a los Humedales Suralicantinos



Este domingo ha tocado una visita a los humedales del sur de Alicante en compañía de Julio Merayo, Luis Vicedo, Jana Marco y Toni Mulet.
Al igual que en las visitas del año pasado la idea era hacer una ruta lineal de norte a sur pasado por el Saladar de Agua Amarga, el Clot de la Seineta, el Clot de Galvany, el cabo de Santa Pola, la playa Llisa y las Salinas de Santa Pola.

A las nueve y media de la mañana (un poco tarde, pero al depender de trenes y las distancias a salvar no se puede hacer otra cosa) estábamos ya todos en la playa junto al Saladar de Agua Amarga observando el movimiento que había en el mar. Estaba especialmente calmado, como una balsa de aceite, así que cualquier cosa que hubiera se podía ver bien. Había bastante movimiento gaviotil. Bandos grandes de reidoras (Larus ridibundus) se alimentaban muy cerca de la costa mientras que las patiamarillas (L. michaellis) y alguna sombría (L. fuscus) se movían de un lado para otro algo más adentro. También los charranes patinegros (Sterna sandvicensis) hicieron acto de presencia con sus vuelos y zambullidas o descansando en las boyas. También se alimentaban en la zona algunos cormoranes grandes (Phalacrocorax carbo). Poco antes de irnos vimos algún alcatraz atlántico (Morus bassanus) mar adentro.


Alcaudón Real

Nos dirigimos hacia el Clot de la Seineta. El aspecto que ofrecía no era muy esperanzador ya que estaba completamente seco. Nada más llegar vemos despegar a dos aves que se persiguen a ras de suelo. Se trata de un cernícalo vulgar (Falco tinnunculus) acosando a un gavilán común (Accipiter nisus). Después de unos cuantos quiebro
s, lances y la aparición de un segundo cernícalo el accipítrido decide abandonar y los cernícalos quedan como amos y señores del palmeral.
A parte de las rapaces se ven pocas cosas. Una corneja negra (Corvus corone) que parece estar ahí afincada (no hay que olvidar que es una especie difícil de ver en la zona), algunas grajillas (C. monedula), el cacareo de un pito real (Picus viridis) y algunos paseriformes como petirrojo (Erithacus rubecula), alondra común (Alauda arvensis) y cogujada común (Galerida cristata).
También vimos en la lejanía le vuelo de un r
atonero común (Buteo buteo), siendo la segunda observación de la especie en el día, lo cual no deja de ser curioso al tratarse de una especie poco habitual por aquí.

Después de la sequía avifaunística (y acuática) del Clot de la Seineta decidimos probar suerte en el de Galvany.
Tras unos paseitos, cargados con todos los trastos, por culpa de no buscar bien la puerta conseguimos acceder al sitio. Había bastante paseante por la zona, pero por fortuna cuando llegamos al observatorio sólo había una persona allí haciendo fotos.


Cercetas comunes descansando

En la pequeña charca nadaban unas cuantas cercetas comunes (Anas crecca) y zampullín común (Tachybaptus rufficollis). En las orillas descansaban más cercetas y patos cuchara (Anas clypeata). Lo más animado era el carrizo entre el que se movían montones de estorninos pintos (Sturnus vulgaris), pollas de agua (Gallinula chloropus), fochas (Fulica atra) y calamones (Porphyrio porphyrio). También pequeños pajarillos como mosqiuteros (Phylloscopus collybita) y algún pechiazul (Luscinia svencica). Destaca la observación por parte de Julio Merayo de un picogordo (Coccothraustes coccothraustes) que se ocultó entre las plantas.
En el resto de charcas las observaciones fueron reducidas, o bien estaban secas o bien había pocas aves.

Éste era el aspecto de una de las "charcas" del Clot de Galvany

Aún así pudimos ver aguiluchos laguneros
(Circus aeruginosus), algunas golondrinas comunes (Hirundo rustica), que se resisten a abandonarnos, junto a algunos aviones roqueros (Ptyonoprogne rupestris), bisbita común (Anthus pratensis) y alpino (A. spinoletta), andarríos bastardo (Tringa glareola), agachadiza común (Gallinago gallinago), garcetas comunes (Egretta garzetta) y bueyeras (Bubulcus ibis)... y además un precioso lagarto ocelado juvenil (Lacerta lepida).

Una vez dejamos el Clot a nuestars espaldas y con los estómagos empezando a rugir (a pesar del breve almuerzo que habíamos tenido) nos dirigimos al cabo de Santa Pola. Al igual que en Agua Amarga nos encontramos con un mar muy calmado. Pero claro, con él Sol y el día que había salido todo el mundo había decidido pasar el día en el cabo, por tanto, nos toco buscar un sitio bien apartado para disfrutar de las aves del lugar.
Aparcamos en una zona rocosa en al que habíamos visto a un zarapito trinador (Numenius phaeopus). Éste ni se inmutó con nuestra presencia, dejándonos fotografiarlo y observarlo a placer. Poco después se le unieron tres vuelvepiedras (Arenaria interpres).


Zarapito Trinador y Vuelvepiedras

Mientras tanto en el mar pasaban especies muy similares a las de la mañana: alcatraces, cormoranes, gaviotas reidoras, patiamarillas y Audouin (L. audouinii), charrá
n patinegro... La diferencia la marcaron las pardelas baleares (Puffinus mauretanicus) de las que vimos un grupo de nueve en dirección sur más un ejemplar descansando en el agua.
Disfrutamos un rato más de las aves marinas y nos dirigimos hacia la playa Llisa. Los estómagos ya no rugían, empezaban a morder.
La explicación de la necesidad de hacer una parada en la playa Llisa era la búsqueda de los bisbitas de Richard (Anthus richardii). Especie invernante escasa en España y que suele verse en la zona. Pero este año no deben de haber llegado todavía, ya que a pesar de buscarlos por la misma zona donde los localizamos el año pasado, sólo vimos unos cuantos bisbitas comunes y verderones (Carduelis chlorus), ni siquiera un trino que delatase a los Richard.
A cambio obtuvimos algo mucho menos gratificante, las picaduras de los cientos de mosquitos que se levantaban a nuestro paso... picaduras que, mientras escribo esto, todavía pican.

Decidimos escuchar lo que nuestro cuerpo nos pedía y comimos en la misma playa ocmo unos domingueros más. Aunque no por ello sin prestar atención, ya que ante nosotros pasaban gaviotas picofinas (L. genei) y cabecinegras (L. melanocephala) y en la orilla correteaba un correlimos tridáctilo (Calidris alba) bastante valiente.

Después de reponer fuerzas nos fuimos a terminar el día en las Salinas de Santa Pola.

Empezamos en la Torre del Tamarit. Sobre ella descansaban unas cuantas gaviotas patiamarillas, entre ellas una sombría.
En la orilla de su base había unos vuelvepiedras y un correlimos común (C. alpina).

Correlimos Común


Vuelvepiedras

Al otro lado, ya en las salinas, se agrupaban los flamencos (Phoenicopterus ruber) y cientos de gaviotas (reidoras en su mayoría). Entre ellas se podía ver algún
pato: ánade real (Anas platyrrhynchos), tarros blancos (Tadorna tadorna)... También se veían en el agua somormujos lavancos (Podiceps crsitatus) y zampullín cuellinegro (T. nigricollis). En los taludes de tierra que separan unas salinas de otras había muchas garzas reales (Ardea cinerea), garcetas comunes y una grande (Casmerodius albus)
Lejos, en el carrizo que había se veían bastantes aguiluchos laguneros que iban entrando lentamente a los dormideros.
Cuando ya estábamos comentando que no se había visto nada especialmente interesante en el día, Julio dio la voz de alarma. Flamenco enano (P. minor) entre sus primos mayores. Con una rápida mirada de teles pudimos tacharnos el bimbo y poco más, pues el ave descansaba y no dejó ver más que su pequeño tamaño y el rosa intenso de sus plumas.
Tras la inesperada observación miramos a ver que había al otro lado de la carretra nacional. Un grupito de cigüeñuelas (Himantopus himantopus) junto con archibebes comunes (Tringa totanus), claros (T. nebularia) y uno oscuro (T. erythropus).
Después de que un motorista los asustara pitando al pasar (hay mucho gracioso suelto) seguimos un poco hacia adelante, en las salinas, en un pequeño apartadero que hay.


Tarros Blancos

Justo al lado de donde habíamos parado vimos un grupito de correlimos menudos (C. minuta) junto con más archibebes comunes y chorlitejos grandes (Charadrius dubius) y de los míos (C. alexandrinus).
En las salinas había un grupito de tarros blancos, avocetas (Recurviostra avosetta) y montones de gaviotas y flamencos. El día tocaba a su fin y cada vez había menos luz para ver las aves que nos rodeaban.


Atardecer en Santa Pola

Los mosquitos habían salido a la carga con más fuerza que antes y nos estaban, literalmente, comiendo vivos. Había llegado el difícil momento de plegar teles y guardar prismáticos. Difícil porque siempre que estas cerrando el trípode te preguntas: ¿Y si justo ahora ven un "x" siberiano y yo me lo pierdo por no estar preparado?
Pero al final siempre te resignas y decides huir de los mosquitos...


Silueta de los observadores. De derecha a izquierda: Luis Vicedo, Julio Merayo, Toni Mulet, Jana Marco y la inconfundible cabellera del que escribe.

2 de noviembre de 2008

Material atrasado...



Este fin de semana ha sido imposible salir a anillar o a ver pájaros por culpa de las lluvias. Pero tenía un as guardado en la manga. La semana pasada, el domingo 26 de octubre, salimos a anillar a nuestra estación en
Lliria (València). No conté nada porque con la crónica del Delta de l'Ebre no me dio para más.

Quedamos a las cinco de la madrugada para montar las redes antes del amanecer. Montamos dos baterías que cortaban el campo de parte a parte. Con las primeras luces del día cayeron los primeros pájaros, y, como la otra vez, en grandes cantidades. En la primera ronda llevábamos para anillar cerca de cincuenta aves. Las especies que caían se repetían con respecto al otro día, pero en distintas cantidades. Esta vez cayeron muchísimos más mosquiteros comunes (Phylloscopus collybita) y currucas capirotadas (Sylvia atricapilla), se notaba que ya habían llegado las que formarán la población invernante de la zona.



Bandas de crecimiento en un mosquitero común. Aparecen cuando el ave ha pasado por una temporada de malnutrición. Esta por suerte salió adelante, y no sólo eso, ha conseguido llegar hasta València desde dónde quiera que venga.

También se notó el aumento de zorzales (Turdus philomelos) y de una captura el día anterior ascendimos a cinco.


Tiene que dar miedo ser un caracol y encontrarse frente a frente con esto...

En cualquier caso, las protagonistas del día fueron las tarabillas comunes (Saxicola torquata) de las que nos cayeron tres (dos machos y una hembra). Es una especie que el grupo ha cogido pocas veces y que yo cogía (y anillaba) por primera vez.



Tarabilla Común. Arriba la hembra y abajo el macho.

Por otra parte nos siguió sorprendiendo la cantidad de picogordos (Coccotrhaustes coccotrhaustes) que pasaban volando. En una zona como esta en la que no habíamos detectado a esta ave ver pasar cerca de treinta en una mañana no deja de ser sorprendente.


Especies Anilladas:

  1. Curruca Cabecinegra (Sylvia melanocephala)
  2. Curruca Capirotada (Sylvia atricapilla)
  3. Gorrión Común (Passer domesticus)
  4. Gorrión Molinero (Passer montanus)
  5. Jilguero (Carduelis carduelis)
  6. Mirlo Común (Turdus merula)
  7. Mosquitero Común (Phylloscopus collybita)
  8. Petirrojo (Erithacus rubecula)
  9. Pinzón Vulgar (Fringilla coelebs)
  10. Tarabilla Común (Saxicola torquata)
  11. Verdecillo (Serinus serinus)
  12. Zorzal Común (Turdus philomelos)


Otras especies vistas:

Mamíferos:

  1. Conejo (Orictolagus cuniculus)
  2. Liebre Ibérica (Lepus granatensis)
  3. Zorro (Vulpes vulpes)

Reptiles:

  1. Culebra de Herradua (Hermorrhois hippocrepis)

Culebra de Herradura joven (Agradezco a Leticia y a Isidro, de Territorio Natural, la identificación)

Aves:
  1. Alcaudón Real (Lanius meridionalis)
  2. Bisbita Común (Anthus pratensis)
  3. Cernícalo Vulgar (Falco tinnunculus)
  4. Lavandera Blanca (Motacilla alba)
  5. Lúgano (Carduelis spinus)
  6. Mochuelo Común (Athene noctua)
  7. Picogordo (Coccotrhaustes coccotrhaustes)
  8. Torcecuello (Jynx torquilla) Esta vez no entró a la red
Espero poder traer noticias más frescas la próxima vez.

30 de octubre de 2008

Sobrevolando el espacio aéreo de la Universidad



Esta tarde, poco antes de las cuatro de la tarde me dirigía a unas prácticas de Citología en la Universidad Politécnica de Valencia cuando he visto una ave enorme en el cielo. Se trataba de un
buitre leonado (Gyps fulvus) que volaba bastante bajo (aunque tomaba altura lentamente). Las gaviotas patiamarillas (Larus michaellis) que cicleaban en los alrededores se han acercado en seguida a darle caña. Impresionante ver como las gaviotas (que parecían tan pequeñitas al lado del buitre) han conseguido hacer, en una emocionante "batalla" aérea, que la rapaz se alejase rápidamente de la zona. Aún así me ha hecho llegar un poquito tarde a la práctica.
El buitre era bastante oscuro, pero no me atrevería a decir que era un joven ya que no llevaba prismáticos a mano y tal y como teníamos el cielo hoy no era el mejor contraste. Mi pregunta es ¿Hay otras citas de esta especie por la ciudad de València? Es que me ha resultado bastante chocante. Y... ¿Qué podía estar haciendo por aquí un buitre leonado? ¿Qué puede haberlo traído hasta allí a él solo?

Por otra parte con ésta ya son cinco las especies de rapaces que he podido ver desde que empecé a estudiar aquí (el año pasado), en el poli y alrededores. Las otras cuatro son: un halcón peregrino
(Falco peregrinus) en junio del año pasado, los cernícalos vulgares (Falco tinnunculus) que siempre se pasean por la zona, un par de ratoneros comunes (Buteo buteo) durante el invierno y un águila calzada (Aquila pennata) de fase clara también en invierno (enero concretamente). Y una lista de especies que no para de crecer de aves identificadas en la zona.

28 de octubre de 2008

Excursión SVO: Delta de l'Ebre (Parte II)



Fuimos atravesando la playa del Trabucador en dirección a la Punta de la Banya con la intención de ver que se movía por las Salinas de la Trinitat. Allí nos llevamos un pequeño chafón al ver el poco movimiento que había. Tan sólo unos cuantos ánades reales (Anas platyrhynchos), gaviotas patiamarillas (Larus michaellis), reidoras (L. ridibundus), garzas reales (Ardea cinerea) y fochas comunes (Fulica atra) descansaban en la zona. El espectacular ataque de dos gaviotas patiamarillas a un pequeño cernícalo vulgar macho (Falco tinnunculus) fue lo único que hizo que valiese la pena acercarse hasta allí.

Garza Real en las Salinas de la Trinitat

De vuelta de nuevo por la playa del Trabucador disfrutamos otra vez con las numerosas limícolas que habíamos visto a la ida. Además de detectar entre los correlimos tridáctilos (Calidirs alba) algún correlimos menudo (C. minuta).

Gaviota Patiamarilla

Una vez salimos de la playa nos dirigimos hacia l'Alfacada, según nos habían dicho allí es donde encontraríamos refugiadas a la mayoría de las anátidas. Y así fue. El lugar tenía un aspecto increíble. Se podían observar cientos de anátidas reunidas en las orillas así como nadando entre las aún más numerosas fochas (creo que no exagero al hablar de miles de fochas). A pesar de la cantidad de aves y variedad de especies nos sorprendió que faltasen algunas tan comunes como el porrón europeo (Aythya ferina), el ánade rabudo (Anas acuta) o la cerceta común (Anas crecca). De todas formas se podían ver otras como ánades reales, silbones (Anas penelope), friso (Anas strepera), tarro blanco (Tadorna tadorna), pato colorado (Netta rufina) y cuchara (Anas clypeata). Compartían laguna con las anátidas y fochas un grupito de somormujos lavancos (Podiceps cristatus), algunos zampullines comunes (Tachybaptus rufficollis), charrán patinegro (Sterna sandvicensis), gaviotas reidoras y patiamarillas y una segunda pagaza piquirroja (Sterna caspia).

Esta pareja de Ánades Reales estuvo posando un buen rato frente al observatorio

Dejamos el observatorio en el que estábamos cuando vimos que llegaba un grupo enorme de gente en autobús que rompería un poco la calma que allí se respiraba. Desde allí nos dirigimos hacia la Reserva Natural de Riet Vell, donde, aunque nos habían dicho que por la mañana había poco movimiento, esperábamos ver alguna cosilla. De camino hacia allí vimos grupos de garcillas bueyeras (Bubulcus ibis) haciendo honor a su nombre al estar junto a un rebaño de vacas. También nos sobrevolaron un par de ratoneros comunes (Buteo buteo).

Nada más llegar a Riet Vell nos encontramos con uno de los principales reclamos ornitológicos del sitio: los calamones (Porphyrio porphyrio). Allí son especialmente numerosos (no menos de treinta y cinco en el primer arrozal que vimos) y además mucho menos tímidos que en cualquier otro sitio. Junto a ellos se alimentaban algunas pollas de agua (Gallinula chloropus) mucho más miedosas y asustadizas... sobretodo por el hecho de tener a dos aguiluchos laguneros (Circus aeruginosus) jóvenes que no paraban de hacer lances contra los calamones (que ni se inmutaban) y ellas mismas.

Alrededores de Riet vell

Entramos en el primer observatorio. Cuando apenas habíamos pasado pudimos oír fuera los gritos de algún rascón (Rallus aquaticus) asustado por algún motivo. Nos apostamos en las ventanas del observatorio. En el agua se podían ver unos cuantos zampullines comunes, somormujo lavanco, polla de agua, focha común... En general pocas novedades respecto a lo que ya habíamos visto en otras zonas, aunque ahora mucho más cerca. Las nuevas especies que añadir a la lista vinieron en forma de paseriformes, muchos de los cuáles ya habíamos visto en otras zonas pero sin prestarles la suficiente atención. Así pues los protagonistas fueron los buitrones (Cisticola juncidis), carriceros comunes (Acrocephalus scirpaeus), ruiseñor bastardo (Cettia cetti) y otras especies palustres.

Pasado un rato nos fuimos al segundo observatorio. Por el camino que los une pudimos ver alondras comunes (Alauda arvensis), especie que en estos momentos está en plena migración, cogujadas comunes (Galerida cristata), colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros) y algunas agachadizas (Gallinago gallinago).
Lamentablemente el observatorio estaba cerrado y nos quedamos con las ganas de ver que se ocultaba tras el carrizo... pero como era la hora de comer lo compensamos dándole algo de energía al cuerpo, que desde el desayuno no habíamos hecho más que una corta parada. ¡Qué rabia no poder hacer la fotosíntesis en estas situaciones y no tener así que perder este precioso tiempo!

Entrada a Riet Vell y un buen sitio para comer

Durante la comida y sentados desde las mesas que hay a la entrada de la reserva pudimos ver a un esmerejón (Falco columbarius) haciendo su típico vuelo de caza sobre el carrizo espantando a los paseriformes que haya en él. Como tantas otras especie sque habíamos encontrado a lo largo del día primero de la temporada para mí.

Después de comer fuimos a buscar un transbordador que nos cruzase el Ebro y pasar a visitar el Hemidelta Nord. Como no íbamos muy bien de tiempo tuvimos que decidir entre visitar el Garxal o acercarnos a la Punta del Fangar pues no nos daría tiempo a las dos. Después de meditarlo nos decidimos por la Punta del Fangar.
De camino allí las especies que veíamos se iban repitiendo: garzas, gaviotas, cernícalos, aguiluchos, fochas...

Por fin llegamos a otra de esas largísimas y estrechas playas que caracterizan al Delta del Ebro. Al fondo se veía el faro y la Punta del Fangar, pero no podíamos llegar hasta allí en coche pues gran parte de la pista estaba inundada, seguramente por las lluvias de los últimos días. Mirando con los telescopios vimos al otro lado un gran bando de gaviotas al que no paraban de unirse más y más ejemplares. Sin lugar a dudas pasarían allí la noche. Con la idea de leer algunas anillas nos acercamos lentamente hacia allí. Al igual que en la playa del Trabucador en esta había muchos correlimos tridáctilos y chorlitejos grandes (Charadrius hiaticula).



Correlimos Tridáctilo

Cada cierto tiempo nos parábamos a echar una ojeada al mar. Nos llamó la atención no ver ninguna pardela balear (Puffinus mauretanicus), especie que ya habíamos detectado desde Cullera (València) en el RAM de octubre. Por otra parte se veían muchos alcatraces (Morus bassanus), todos ellos volando en dirección norte. En cuanto a especies no pelágicas detectamos bandos de anátidas volando mar adentro aunque sin poder decir especie, cormoranes (Phalacrocorax sp.), diversas especies de gaviotas, algunos limícolas que volaban alejados de la costa y paseriformes que llegaban desde el mar.


Últimas luces en la playa

Como por mucho que avanzábamos las gaviotas parecían cada vez más lejos y se nos estaba echando la noche encima decidimos volver hacia los coches e internarnos un poco en la zona de dunas. Allí a parte de cogujadas y alondras pudimos ver las dos últimas especies del día: bisbita común (Anthus pratensis) y lavandera boyera (Motacilla flava).
Desde aquí vuelta a Sant Carles de la Ràpita y de nuevo a València. Aunque me encantó la visita, el sitio y las aves que vimos (algo más de ochenta especies) me quedé ganas de más y estoy deseando volver allí, a ser posible durante el invierno, que tiene que ser un sitio espectacular en esta época.

Desde aquí agradecer a Rafa Muñoz y el resto de compañeros de la SVO que vino a la excursión por su compañía.

Excursión SVO: Delta de l'Ebre (Parte I)



Últimamente ando un tanto agobiado y no me había dado tiempo de actualizar esto.

El pasado fin de semana teníamos programada en la SVO (Societat Valenciana d'Ornitologia) una excursión al Delta del Ebre en Tarragona (Cataluña).
La idea era salir de València bien temprano para llegar a Sant Carles de la Ràpita (pueblo que se encuentra ya en el parque) con las primeras luces del día. Con ese fin salíamos a las cinco y media pasadas desde la Universitat Politécnica de València las siete personas que íbamos a participar en la actividad.


Con muchas ganas de pasarlo bien y después de un buen desayuno empezamos nuestras andanzas pajariles en el puerto de Sant Carles, donde descansaban unas cuantas gaviotas patiamarillas (Larus michaellis) y de Audouin (L. audouinii) y nos sobrevolaron unos enormes bandos de estorninos (Sturnus sp.) que salían de algún dormidero cercano. También se movían por allí lavanderas blancas (Motacilla alba) y colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros).


Desde allí cogimos una carretera en dirección a la Encanyissada aunque parando cada poco tiempo para no dejar ni un arrozal sin revisar. Así en nuestras sucesivas paradas fueron sumándose rápidamente especies: cormorán grande (Phalacrocorax carbo) y moñudo (P. aristotelis), martín pescador (Alcedo attis), zarapito real (Numenius arquata) y trinador (N. phaeopus), andarríos bastardo (Tringa glareola)... Como observaciones más interesantes nos cruzamos con una grulla común (Grus grus) primera del año para mí, tres garcillas cangrejeras (Ardeola ralloides), algún grupillo de golondrinas comunes (Hirundo rustica) que se negaba a seguir a sus compañeras en su periplo hacia África, un enorme bando de unos ciento cincuenta moritos (Plegadis falcinelus) y otro de unas veinticinco garcetas grandes (Casmerodius alba).


Grupo de Garcetas Grandes

También vimos a los primeros cazadores (Homo scopetus) que nos amargaron un poco el día al no poderse estar tranquilamente observando fuera de las zonas de reserva integral. Fue por ellos que decidimos no dirigirnos a la Encanyissada (tan sólo una parada rápida), ya que, tal y como estaba la cosa, el lugar se parecía más a un campo de tiro que a un lugar donde disfrutar de la observación de las aves. Allí sólo pudimos ver algunas agachadizas (Gallinago gallinago) asustadas, ánades reales (Anas platyrhynchos) huyendo y unos nerviosos patos criollos (Cairina moschata) que parecían ser los únicos a quienes no se disparaba. También algún aguilucho lagunero (Circus aeruginosus) sobrevolaba la zona.
De allí himos rápidamente hacia las Salinas de la Tancada. De camino, una observación interesante. Una hembra de aguilucho pálido (C. cyaneus). Si no me equivoco se trataría de un ejemplar en migración.



Hembra de Aguilucho Pálido

Casi nada más llegar a las salinas pudimos ver a un águila pescadora (Pandion haliaaetus) cargando un enorme pez mientras buscaba un buen posadero para comérselo. Mientras lo hacía, dos gaviotas reidoras (L. ridibundus) la acosaban sin cesar. Una vez encontró un lugar apropiado permaneció allí hasta que nosotros nos fuimos, permitiéndonos observarla y fotografiarla (para fotógrafos más duchos que yo, que sólo puedo hacer fotos aguantando la cámara a pulso a través del teles).

Lo mejor que conseguí sacarle a la pescadora.

Y durante el tiempo que ella estuvo comiéndose su pez pudimos ver en los alrededores un nutrido bando de limícolas, formado en su mayoría por archibebes comunes (Tringa totanus) y avocetas (Recurvirostra avosetta). Aunque también observamos archibebe oscuro (T. erytropus), archibebe claro (T. nebularia), chorlito gris (Pluvialis squartarola), chorlitejo grande (Charadrius hiaticula)... A parte de los limícolas también tenían representación las ardeidas con las omnipresentes garzas reales (Ardea cinerea) y comunes (Egretta garzetta), de nuevo alguna garceta grande y una garceta dimorfa (E. gularis) ,o híbrído de esta y la común, bastante conocido por la zona.

Garceta Dimorfa (Híbrido)

En cuanto a los láridos estaban las ya nombradas gaviotas patiamarillas y reidoras, alguna sombría (L. fuscus), y un grupito de picofinas (L. genei). Entre todas ellas reposaban algunos charranes patinegros (Sterna sandvicensis). La sorpresa del lugar resultó ser una preciosa pagaza pirquirroja (Sterna caspia). Un bicho enorme y muy bonito que todavía no había tenido la oportunidad de ver a pesar de las ganas que tenía.


Intento de foto a la Pagaza Piquirroja

Desde las salinas nos dirigimos hacia la Punta de la Banya por la playa del Trabucador. Esperábamos ver alguna serreta mediana (Mergus serrator) en la bahía que forma, pero al parecer todavía era demasiado pronto y no hubo suerte. A pesar de todo pudimos ver somormujos lavancos (Podiceps cristatus) en el mar y correlimos tridáctilo (Calidris alba) y chorlitejos patinegros (C. alexandrinus) y chicos (C. dubius) en la playa.
Seguimos avanzando por la playa hasta...

Continuará...