23 de diciembre de 2010

Ya va, ya va...


Desde distintos frentes me han ido llegando mensajitos: "Actualiza el blog", "Pon algo nuevo, que lleva el archibebe ese ahí media vida", "Cuenta algo del Congreso"...

Hoy por fin he decidido haceros caso y actualizar. En realidad, ya intenté contar algo sobre el Congreso, pero no me salía y no sabía muy bien que escribir. Vuelvo a intentarlo a ver cómo sale.

Como muchos ya sabréis el pasado puente de diciembre (del 4 al 8) fue el
XX Congreso Nacional de Ornitología en Tremp (Lleida). Después de hablarlo un poco y organizarnos, para allá que me fui con mis habituales compañeros de pajareo (Jana Marco, Guille Mayor y Julio Merayo).

El tiempo que pasmos allí los fuimos repartiendo entre algunas salidas cortas a ver pájaros y el asistir a algunas de las exposiciones, mesas redondas, asamblea de anilladores... Me centraré en el pajareo que si no esto se puede alargar demasiado.


El primer día (4 de diciembre) nada más llegar a Tremp, nos fuimos con el resto de gente con la que compartíamos casa rural a un cañón a ver si conseguíamos localizar algún
treparriscos (Tichodroma muraria, Wallcreper). Pasamos un rato buscándolo con un frío del bueno y, cuando algunos ya temíamos por los dedos de nuestros pies, localizamos al primero. Y digo el primero porque en seguida apareció un segundo. Tuvimos una observación de lujo de los dos ejemplares: separados, juntos y persiguiéndose, por las paredes, cruzando el cañón de un lado a otro... vamos, que hicieron que por un rato se nos olvidaran los grados negativos que marcaba el termómetro. El resto de este día lo dedicamos a un par de charlas y a descansar del viaje.

El día siguiente lo dedicamos al Congreso y a dar una vuelta por el río cercano al pueblo. El paisaje era muy chulo y el paseo agradable, a pesar del frío y de que, al principio, no se veían muchos pájaros Conforme fuimos avanzando río abajo empezaron a aparecer las primeras especies: grulla (
Grus grus, Crane), lúganos (Carduelis spinus, Siskin) y otras especies típicas de estas zonas como pinzones (Fringilla coelebs, Chaffinch) o escribanos montesinos (Emberiza cia, Rock bunting).


No tardó demasiado en aparecer el primer picogordo (
Coccothraustes coccothraustes, Hawfinch) que se convirtieron en la especie estrella del paseo al juntarse la mayor concentración de éstos que habíamos visto cualquiera de los presentes (Julio, Guille, Jana, Manolo, Jose y yo). Un bando de más de cien ejemplares se movía por la zona.
Cuando ya empezábamos a preguntarnos si se estaría haciendo la hora de volver el tiempo decidió darnos una señal clara echándonos encima una buena nevada. Así que vuelta rápida al Congreso.


El tercer día fuimos por la mañana a un muladar (de los que están dentro del proyecto de reintroducción del buitre negro (
Aegypius monachus, Black-vulture) en el Pirineo). La mala fortuna hizo que la niebla y un tiempo de lo más desapacible no animara demasiado a los buitres a aproximarse a la zona, así que no pudimos ver más que un grupo de leonados (Gyps fulvus, Griffon vulture) y algunos cuervos (Corvus corax, Raven).


Mucho más interesante fue la vuelta, donde nos encontramos unos grandes bandos de pinzones vulgares alimentándose en unos campos. Paramos para ver si localizábamos algún pinzón real (
Fringilla montifringilla, Brambling) pero no hubo suerte. Sí pudimos localizar, en cambio, algunos escribanos cerillos (Emberiza citrinella, Yellowhammer) y un verderón serrano (Serinus citrinella, Citril finch).


Volvimos a intentar (sin suerte) el pinzón real en los campos de los alrededores del pueblo donde nos alojábamos. No lo vimos a pesar de las grandes concentraciones que allí había de otras aves, así que decidimos volver al cañón del treparriscos del primer día a ver si lo volvíamos a localizar o nos sorprendía algún quebrantahuesos (
Gypaetus barbatus, Lammergeier) que pasara por allí.
Ni uno ni el otro se dignaron a aparecer. Sí lo hicieron un par de acentores alpinos (
Prunella collaris, Alpine accentor) y un mirlo acuático (Cinclus cinclus, Dipper).


El último día, muy a mi pesar, entre la Asamblea de anilladores y otras cosas, no pude ni oler el campo, ni yo ni Julio. Mientras que Jana y Guille fueron a Boumort, donde, esta vez sí, disfrutaron de una carroñada con presencia de buitres negros, leonados y quebrantahuesos. Además de ver otras muchas cosas por el camino como unos grandes bandos de zorzal real (
Turdus pilaris, Fieldfare). Una lástima habérmelo perdido y no poder contarlo más en detalle. Habrá que irse a la crónica de Jana para conocer el 100% de la historia.

El día de vuelta nos planteamos muchas cosas: ir hacia Girona a ver el alcatraz patirrojo (
Sula sula, Red-footed booby), parar en el Delta del Ebro a pajarear o pasar por Lleida y buscar el porrón acollarado (Aythya collaris, Ring-necked duck) que había en una balsa de riego. Después de meditarlo optamos por esta última que parecía la más sensata.


Nos salió bastante bien y hacia el mediodía estábamos en la balsa en cuestión. El sitio estaba lleno de pájaros, unos bandos muy numerosos de avefrías (
Vanellus vanellus, Lapwing) y grajillas (Corvus monedula, Jackdaw) y una buena cantidad de anátidas en el agua: pato colorado (Netta ruffina, Red-crested pochard), ánade rabudo (Anas acuta, Pintail), porrón europeo (Aythya ferina, Common pochard)... Lo más destacable un porrón pardo (Aythya ferruginea, Ferruginous duck) y el acollarado. Tras ver el lance (fallido) de un gavilán (Accipiter nisus, Sparrowhawk) a una tórtola turca (Streptopelia decaocto, Collared dove) iniciamos el camino de vuelta a Valencia y Alicante.


29 de noviembre de 2010

Pajareo por las lagunas manchegas


Ayer (28-11-2010) estuve con mis habituales compañeros de pajareo (Julio Merayo, Guille Mayor y Jana Marco), así como con un nutrido grupo de pajareros alicantinos, de visita por las lagunas manchegas de
Pétrola y alrededores.

A parte de disfrutar de un día observando aves y disfrutando de la naturaleza, había un segundo objetivo, bimbar el archibebe patigualdo chico (Tringa flavipes, Lesser yellowlegs) que lleva ya un tiempo por la zona (ver aquí)

Salió una mañana fría (con un molesto viento que incrementaba esta sensación) y nublada, pero aún así nos juntamos una buena cantidad de gente. Sobre las 10:00 de la mañana comenzamos nuestro vagabundeo de un lugar a otro en busca de algunas buenas observaciones.


Las primeras en desfilar frente a nosotros fueron las avutardas (Otis tarda, Great bustard), que se movían por los campos en barbecho acompañadas por grupos de cornejas (Corvus corone, Carrion crow).

En la laguna de Hoya Grande aumentamos el número de especies rápidamente: pato colorado (
Netta rufina, Red-crested pochard) focha común (Fulica atra, Coot), cerceta común (Anas crecca, Teal), flamenco (Phoenicopterus ruber, Flamingo)... y como más interesante, cuatro ánsares comunes (Anser anser, Greylag goose) y dos porrones pardos (Aythya nyroca, Ferruginosus duck).


Desde aquí ya nos fuimos a Pétrola, donde nos esperaba el archibebe patigualdo. Después de una lenta aproximación a pie conseguimos detectarlo junto a tres combatientes (Philomachus pugnax, Ruff) y un chorlitejo patinegro (Charadrius alexandrinus, Kentish plover).


Lo pudimos observar todos muy bien. Fijarnos en todos los detalles de esta curiosa ave y difrutarlo con ganas. Sólo se fue tras la llegada de unos correlimos comunes (Calidris alpina, Dunlin) que no soportaron tan bien nuestra presencia y huyeron muy pronto, seguidos del archibebe.

Con la observación hecha nos fuimos al otro lado de la laguna a ver qué se movía por allí. Destacaron un grupito de ánades silbones (
Anas penelope, Wigeon) que, para mi gusto, es una de las anátidas europeas más chulas.

Después de esto, fuimos a refugiarnos al restaurante y a comer, que nos lo habíamos ganado.

8 de octubre de 2010

Vaya sorpresita...


Hoy ha sido uno de esos días en los que vale la pena salir a anillar. Que te muestran que el esfuerzo de tantos días madrugando y montando redes acaba teniendo su recompensa. Y con esto no quiero decir que los días "normales" de anillamiento no se disfruten o no se les vea la utilidad (pues de ser así no saldría a anillar nunca) es simplemente, que un día como hoy te hace volver con una sonrisa en la cara.


Y es que hoy hemos anillado, en el lugar que menos lo esperábamos una auténtica rareza nacional... un
papamoscas papirrojo (Ficedula parva, Red-breasted flycatcher). Y digo donde menos lo esperábamos porque ha sido en un campo de almendros abandonado en plena Sierra Calderona un lugar que, al no ser una zona típica de paso, no piensas que precisamente allí te esté esperando un ave del este de Europa y que inverna en el oeste asiático.


No quiero alargarme mucho más porque ya lo he contado casi todo sobre la captura en el blog del grupo (anillamientollebeig.blogspot.com) y no me gusta repetirme. Allí tenéis alguna foto más y más cosas sobre el ave en cuestión.

18 de septiembre de 2010

Híbridos y carambolos


Los pasados días 14 y 15 de septiembre estuve en Alicante con los habituales de la zona para mí (Jana Marco, Julio Merayo y Guille Mayor).

La tarde del día 14 la empleamos en anillar en el dormidero de golondrinas (
Hirundo rustica e Hirundo daurica) donde anillan Julio y Guille. La jornada estuvo muy bien, con algo más de sesenta capturas (si no recuerdo mal). La mayoría golondrinas comunes (Hirundo rustica), pero también algunos carriceros comunes (Acrocephalus scirpaceus), un par de buitrones (Cisticola juncidis) y unas cuantas golondrinas dáuricas (Hirundo daurica), especie que hasta ahora nunca había anillado yo.

Pero sin lugar a dudas todo esto quedó eclipsado por un curioso ejemplar que encontramos en las redes. Después de mirarlo y remirarlo no nos quedó otra que dejarlo en híbrido entre golondrina común y golondrina dáurica (
Hirundo rustica x daurica).


El ave en cuestión tiene características de las dos especies.


De izquierda a derecha: Hirundo daurica (joven), Hirundo daurica x rustica e Hirundo rustica

Entre os rasgos propios de dáurica destaca el obispillo ocre y las rectrices internas sin ocelos blancos.


Entre los rasgos de común, la nuca oscura, la garganta coloreada (aunque no del color granate propio de esta especie, además se extiende hasta el pecho) y los ocelos blancos de las rectrices más externas.


Una gozada coger un ave así. Por estas cosas son por las que vale la pena salir a anillar (difícilmente te puedes percatar de la presencia de un ave así cuando revolotean sobre ti cientos de golondrinas, y mucho más difícil será poder analizarla con detenimiento).

Con la euforia de la captura nos fuimos a la descansar. La mañana del día siguiente la dedicamos a la observación. En primer lugar fuimos a los alrededores del Hondo a ver, junto a Toni Mulet y dos amigos suyos, los chorlitos carambolos (Charadrius morinellus, Dotterel) que allí había.


No nos resultó difícil descubrir el bando de siete confiados ejemplares en un campo en el que descansaban desde hacía unos días (la mañana anterior ya habían ido a buscarlos Julio y Guille y los habían visto en el mismo lugar). Con los deberes hechos (bimbo para mí y Toni) dedicamos lo que nos quedaba de mañana a disfrutar de otros limícolas en los observatorios cercanos.

Desfilaron frente a nuestros objetivos: archibebes comunes, oscuros, claros y un fino (Tringa totanus, T. erythropus, T. nebularia y T. stagnatilis), agujas colipintas y colinegras (Limosa limosa y L. lapponica), cigüeñuelas (Himantopus himantopus), avefría (Vanellus vanellus), avoceta (Recurvirostra avosetta), chorlitejos grandes y chicos (Charadrius hiaticula y C. dubius)...

Hacia le mediodía dejamos la zona y, después de comer y descansar, puse rumbo a Valencia. Una visita breve pero bien empleada y productiva.

6 de septiembre de 2010

Programa Calidris


EL pasado viernes, Toni, Santi y yo (del grupo de anillamiento
Llebeig) acompañamos a Pedro, Miguel, Víctor y Saúl (del grupo GOTUR) en su jornada de anillamiento de limícolas en el Parque Natural de la Albufera, dentro del programa Calidris.

La noche no fue la más intensa en cuanto a cantidad de ejemplares de este verano. De hecho, empezo con muy mala pinta, sin limícolas en la zona y todo apuntaba a que nos quedábamos en blanco. Por fortuna la cosa cambió y fuimos cogiendo algunas aves.


Pese a que no fue un gran número (20 ejemplares) a mí me gustó mucho la jornada y me quedé con ganas de repetir, pues era la primera vez que tenía limícolas en mis manos. Principalmente cogimos chorlitejos chicos (
Charadrius dubius, Little ringed plover) y grandes (Charadrius hiaticula, Ringed plover), así como unos cuantos andarríos chicos (Actitis hypoleucos, Common sandpiper). Los que mas me gustaron fueron las dos especies de las que cogimos un único ejemplar, un correlimos común (Calidris alpina, Dunlin) y uno menudo (Calidris minuta, Little stint). Además de los limícolas anillamos un chotacabras pardo (Caprimulgus rufficollis, Red-necked nightjar)


La noche sirvió para aprender un poco más sobre estos grandes viajeros (sorprende mucho más cuando ves el tamaño real que tienen estas aves) y verlas desde un punto de vista distinto. Espero poder volverlos a ver pronto.

15 de agosto de 2010

Cosas que contar


¡Cuantísimo tiempo sin escribir nada por aquí! Ya se notó con las últimas entradas del blog (cada día más espaciadas en el tiempo) que estaba perdiendo un poco las ganas de escribir. Un final de curso demasiado largo y una época de exámenes hicieron el resto. Estaba aburrido y quería salir, ir al campo y hacer cosas. Meterme en el ordenador a escribirlas era lo último que me apetecía. Ahora que ya he recargado las pilas voy a ver si puedo ir poniéndome al día o, por lo menos, contar lo que vaya haciendo desde ahora.

El final de la primavera y el verano no han estado exentos de actividades. He hecho bastantes cosas relacionadas con las aves.


En primer lugar, anillar. He dedicado bastante tiempo al anillamiento científico de aves, marcándolas en distintos lugares. Desde los bebederos de las sierras de Gúdar y Javalambre en los que llevámos anillando desde hace años a otros nuevos que hemos ido a probar, como unos en Ayora.


El paso prenupcial (jo, hablando de él a estas alturas, con el postnupcial ya empezado) lo terminamos entre naranjos y alguna jornada en la Albufera. Dentro del proyecto VOLCAM que hemos organizado este año, hicimos varias jornadas de anillamiento nocturno de rapaces.


También probé por primera vez el anillamiento como actividad educativa para los niños del Centro Juvenil Amics, de Valencia, en Peñascosa (Albacete). Unas jornadas de lo más entretenidas.


Tampoco ha sido todo anillamiento, ha habido tiempo para la observación de aves. Como siempre con unos habituales ya de este blog: Julio Merayo, Guille Mayor, Toni Mulet y Jana Marco. Un día les hice una visita a Alicante para poder ver dos especies que tenía muchas ganas de ver y todavía no habían pasado por mis retinas: la carraca (Coracias garrulus, Roller) y el alzacola (Cercotrichas galactotes, Rufous bush robin). Julio me llevó a ver a esta última. Después nos juntamos con Jana y Guille para ir al Hondo y disfrutar de varios ejemplares de la primera. Con amigos así vale la pena esto del pajareo.


Otro día fueron Jana y Toni los que vinieron hasta Valencia para poder ver el falaropo picofino (Phalaropus lobatus, Red-necked phalarope) que se citó en el Tancat de Milia, en l'Albufera. Todo salió a pedir de boca y pudimos disfrutar de él y de otras muchas especies de aves asociadas a los humedales.

Relacionado con ambas cosas, amigos y el anillamiento, Toni, Jana y yo fuimos a colaborar en la campaña de anillamiento de paíños (Hydrobates pelagicus, Storm petrel) en el islote de Benidorm. Ese mismo día, Jana y yo, nos fuimos hasta Cartagena para participar en el voluntariado de anillamiento de paíños (por las orejas se nos acabaron saliendo) en la isla de Palomas. Allí, a parte de pasárnoslo muy bien con el resto de voluntarios y la gente de ANSE a cargo de la campaña, disfrutamos muchísimo con el anillamiento de doce pardelas cenicientas (Calonectris diomedea, Scopoli's shearwater) y ochenta paíños europeos.


Creo que no me queda nada destacable por resumir. Espero no dejar pasar tanto tiempo hasta la próxima entrada.

5 de mayo de 2010

Maratón Ornitológico 2010


A ver si voy actualizando un poco esto, que últimamente lo tengo demasiado abandonado. Si sólo escribo cada vez que vea algo excepcional como un mosquitero siberiano o cosas por el estilo voy apañao, porque eso ocurre una vez de cada mil salidas al campo.

Así que hoy vengo a hablaros del Maratón Ornitológico del 2010 en el que participé dentro del equipo de los Hydrobatidos de chocolate. Formábamos parte de él: Julio Merayo, Guillermo Mayor, Toni Mulet, Jana Marco y yo. Para todos era la primera vez que participábamos salvo para Julio, así que, todos ibamos con la intriga de ver cómo iba la cosa. Teniendo en cuenta eso y el que éramos un equipo debutante no esperábamos hacer un resultado espectacular. Eso sí, nos lo pasamos muy bien, nos reímos, acabamos cansadísimos y disfrutanmos muchísimo con las aves. Desde aquí le recomiendo a todo el mundo que pruebe a formar un equipo y a participar en la próxima edición.


Como no hay fotos (no podíamos entretenernos), no quiero entretenerme mucho reltando especie por especie y lugar por lugar, así que os cuento brevemente qué sitios visitamos y para ver qué especies. Empezamos a las 00:00 por Villena (Alicante) para intentar sacar todas las aves nocturnas. La cosa salió más o menos bien y sólo nos falló (de las que podíamos ver), el búho real (Bubo bubo, Eagle owl) y el chotacabras gris (Caprimulgus europaeus, Nightjar), especies que finalmente no lograríamos detectar para el maratón.


Así pues, a las 04:00 estábamos camino de las lagunas de Pétrola (Albacete), donde esperábamos ver algunas especies esteparias y acuáticas. Llegamos allí a las 5:00 y dormitamos en el coche hasta las 06:30, hora a la que desayunamos y nos pusimos en marcha.


Por las distintas lagunas la cosa fue muy bien. Yo no conocía el lugar y me sorprendieron gratamente. Muchísimas aves por todos los sitios y de muchas especies distintas, una maravilla de lugar. Conseguimos ver las esteparias que buscábamos: la ganga ibérica (Pterocles alchata, Pin-tailed sandgrouse) y avutarda (Otis tarda, Great bustard), aunque esta última se nos olvidó pasarla a la lista y no ha contado para el cómputo global. Las otras esteparias, sisón (Tetrax tetrax, Little bustard) y ortega (Pterocles orientalis, Black-bellied sandgrouse) esperábamos poder sacarlas más adelante en Alicante.


En cuanto a acuáticas, un sitio impresionante, de todo había: Stérnidos, anátidas, ardeidas, paseriformes palustres, rapaces, limícolas... una auténtica maravilla. Espero poder volver pronto y con más calma para disfrutar el sitio.

Serían las 10.30 aproximádamente cuando iniciamos la vuelta hacia Alicante. Todavía quedaban muchas cosas por ver, pero ya teníamos 84 especies vistas, así que pintaba muy bien.

El siguiente paso fue movernos hacia la sierra para poder detectar algunas especies forestales, así como rapaces. Páridos, fringílidos, algunos sílvidos... desfilaron ante nosotros para poder ser apuntados en una lista que no paraba de crecer. También se portaron las rapaces ya que conseguimos localizar tanto al águila real (Aquila chrysaetos, Golden eagle) como algunas águilas culebreras (Circaetus gallicus, Short-toed eagle). Aunque nos falló una que no esperábamos: el águila calzada (Aquila pennata, Booted eagle).

Al bajar de la sierra, nos movimos de aquí para allá por los distintos pueblos cercanos a Villena para ir sacando las especies que se nos habían quedado en el tintero y comer. Halcón peregrino (Falco peregrinus, Peregrine falcon), zarcero común (Hippolais polyglotta, Melodius warbler), golondrina daúrica (Cecropis daurica, Red-rumped swallow)... fueron suméndose a la lista. Fue especialmente agónico el no conseguir detectar ni un sólo verderón común (Carduelis chloris, Greenfinch).

De nuevo por los alrededores de Villena conseguimos sacar las esteparias que nos faltaban, llevándonos además algún pajarillo extra más, como terrera común (Calandrella brachydactyla, Short-toed lark) o chova piquirroja (Phyrrocorax phyrrocorax, Chough)

En este momento, serían las 16:00 aproximádamente, nos desplazamos hacia la costa. Tocaba explotar los humedales del Hondo, Salinas de Santa Pola y Clot de Galvany.

Cuando estábamos llegando a Elche (para visitar el primero de estos lugares) vimos un verderón posado en un cable. Creo que ni yo, ni ninguno de mis compañeros de grupo, habíamos celebrado jamás tanto la observación de esta especie.

En el Hondo la lista siguió creciendo con especies como el charrancito (Sternula albifrons, Little tern), carricero tordal (Acrocephalus arundinaceus, Great reed warbler), avetorillo (Ixobrychus minutus, Little bittern), canastera (Glareola pratincola, Collared pratincole)... Aunque la estrella fue, sin lugar a dudas, un precioso archibebe fino (Tringa stagnatillis, Marsh sandpiper) que supuso una especie nueva para mí.

Del Hondo pasamos a las Salinas del Pinet. Debo decir que, a estas alturas, ya estábamos un poco cansados y algo desanimados porque esta última parte no iba tan bien como el principio del día. Aún así había ganas de seguir y de intentar llegar lo más lejos posible.

Aquí añadimos las dos gaviotas mediterránes: de Audouin (Larus audouinii, Audouin's gull) y picofina (Chroicocephalus genei, Slender-billed gull) y algunos limícolas, aunque gran parte de las especies estaban ya vistas. Cada vez costaba más ver algo nuevo.

Nos cambiamos de salinas y fuimos a las de Santa Pola. Allí detectamos pocas especies nuevas y, después de tanto tiempo, ya sólo recuerdo a la gaviota sombría (Larus fuscus, Lesser black-backed gull)

Nuestro paso por el cabo de Santa Pola prefiero ignorarlo. Una intensa niebla sobre un mar totalmente en calma impidió que pudiésemos ver ni una sóla de las especies marinas que esperábamos localizar. Un chasco total.

El Clot de Galvany nos trajo una única alegría en forma de cerceta pardilla (Marmaronetta angustirostris, Marbled duck), así como un montón de picaduras de mosquitos.

Hasta las 22:00 se empleó el tiempo en sacar alguna especie más entre las que cabe destacar el cisne vulgar (Cygnus olor, Mute swan). A esa hora dimos por finalizado el maratón, con 149 (en realidad 150) especies en nuestro haber.

Agotados pero contentísimos. El año que viene esperamos repetir y aprender de este primer intento, a ver cómo se da la cosa.

Mira que he dicho que lo iba a hacer breve... madre mía, no quiero ver el día en el que escriba algo con detalle, jejeje.


Los Hydrobatidos de chocolate poco antes de que la luz desapareciera. (De izquierda a derecha: Guille, Jana, Toni, yo y Julio)

18 de abril de 2010

Phylloscopus collybita tristis


El día de ayer en el río Magro (Catadau) fue uno de esos en los que el madrugón, el curre de montar redes, desplazamientos y demás se ven claramente compensados.

Y es que, a parte de coger un buen número de aves, ni más ni menos que ciento cuarenta y tres pasaron por nuestras manos, capturamos lo que se lee en el título de entrada: un mosquitero siberiano (Phylloscopus collybita tristis, Siberian warbler).

Os dejo algunas fotos del ave en cuestión, que es bastante curioso.


Aquí vemos las partes inferiores, blancas, con amarillo el restringido a las plumas axilares únicamente.

Espalda, nuca y píleo grises, sin tintes verdes (algunos ejemplares podrían tener el obispillo con un tinte verde oliváceo)

Algunas aves, como la que cogimos nosotros, pueden tener algo de verde en las plumas de vuelo (primarias y secundarias)

La ceja y las mejillas están exentas de amarillo, con unos ligeros toques pardos. El aspecto general del ave es apagado y gris.

Y aunque no sean tan espectaculares, aquí van algunas fotos de otros pajarillos que cogimos:

Carricero tordal (Acrocephalus arundinaceus, Great reed warbler)

Avión zapador (Riparia riparia, Sand martin), capturado la noche anterior

Zarcero común (Hippolais polyglotta, Melodius warbler)

Curruca mosquitera (Sylvia borin, Garden warbler)
Avión zapador (Riparia riparia, Sand martin)

Tarabilla común (Saxicola torquata, Stonechat)
Curruca carrasqueña (Sylvia cantillans, subalpine warbler)
Curruca mosquitera (Sylvia borin, Garden warbler)

8 de abril de 2010

El buhito de Atenea


Sería otro nombre aceptable para nuestros mochuelos (Athene noctua, Little owl). Según las representaciones de la antigua Grecia este pequeño búho aparece acompañando a la diosa de la sabiduría y, como consecuencia, han acabado representándola.


Ayer, por fin tuve la suerte de ver un en mano. Bueno, el primero que cojo vivo. Esta abundante rapaz nocturna (y especialmente por mi zona) suele terminar sus días atropellada (una auténtica lástima). Así que el de ayer fue un encuentro mucho más agradable para todos.

Una pasada de ave, con una mirada sorprendente (¡y sorprendida!). Espero que no sea el último que cojo, si no el principio de una larga serie de encuentros.

5 de abril de 2010

El paso prenupcial


Estrenamos mes y, con él, llega el pleno apogeo del paso prenupcial. Abril es uno de esos meses en los que nunca sabes que te puedes encontrar en el campo. Aparecen especies en lugares que no les "pegan" nada o simplemente especies que no esperas encontar por estas latitudes (las llamadas rarezas).

También es la época para observar esas aves que sólo están en nutras tierras durante sus migraciones y. por tanto, el único momento del año en el que podremos disfrutarlas. Es el caso de muchas limícolas, algunas rapaces y muchos paseriformes.


Mosquitero musical (Phylloscopus trochilus, Willow warbler) 5 de abril, Moncada

A la hora de salir a anillar, esta época de cambio incrementa la emoción a la hora de visitar las redes por el qué habrá. Estos días hemos estado anillando en naranjales y hemos hehco una visita al río Magro. Aunque no lo parezca, los naranjales son un sitio buenísimo para coger especies en paso. Son un refugio para muchas aves y suponen un lugar de descanso en sus migraciones nocturnas.

Curruca zarcera (Sylvia communis, Whitethroat) 5 de abril, Moncada

Así pues estos días nos ha sonreído un poco la suerte y hemos anillado algunas aves que sólo "pasaban por allí" cuando nosotros montamos las redes.

Os dejo algunas fotos de las especies en cuestión.


Curruca zarcera (Sylvia communis, Whitethroat) 5 de abril, Moncada

Mosquitero musical (Phyllosocpus trochilus ssp. acredula, Willow warbler) 5 de abril, Moncada

Mosquitero musical (Phyllosocpus trochilus ssp. acredula, Willow warbler) 5 de abril, Moncada

Curruca carrasqueña (Sylvia cantillans, Subalpine warbler) 5 de abril, Moncada

Curruca carrasqueña (Sylvia cantillans, Subalpine warbler) 29 de marzo, Río Magro (Catadau)

Mosquitero papialbo (Phylloscopus bonelli, Western Bonelli's warbler) 3 de abril, La Pobla de Farnals

Carricereín común (Acrocephalus schoenobaenus, Sedge warbler) 29 de marzo, Río Magro (Catadau)

29 de marzo de 2010

El secreto de sus ojos


Siempre que se habla de los ojos de las aves se empieza mencionando a las rapaces diurnas cuya inmejorable vista ha dado lugar a unas cuantas expresiones (mirada de halcón, vista de águila...). Pero lo cierto es que los de todas ellas guardan algunos secretos.


Gavilán (Accipiter nisus, Sparrowhawk)

Cernícalo vulgar (Falco tinnunculus, Krestel)

El anillamiento me ha permitido observar tranquilamente y con detalle estos órganos y, poco a poco, vas dándote cuenta de lo importantes que son para ellas. También descubres algunas curiosidades como por ejemplo que el iris de algunas especies se oscurece con la edad permitiéndonos diferenciar jóvenes de adultos sólo con su mirada.

Escribano soteño (Emberiza schoeniculus, Reed bunting)

Hace poco me fijé también en cómo el párpado de los martines pescadores (Alcedo atthis, Kingfisher) se cierra horizontalmente y de alante hacia atrás en lugar de verticalmente como en el resto de las aves. Me imagino que será para porteger tan preciado órgano cada vez que el ave se zambulle para comer.

Martín pescador (Alcedo atthis, Kingfisher)

Otras veces, fijarme en los ojos me ha servido simplemente para disfrutar y apreciar un poco más algunas especies. Por ejemplo, la tórtola turca (Stretopelia decaocto, Collared dove), un ave muy sencilla en lo que ha plumaje se refiere, tiene uno de los ojos más bonitos de cuantas especies he tenido en mis manos.

Tórtola turca (Stretopelia decaocto, Collared dove)

Y aunque como en la tórtola turca es el iris el que da color y gracia al ojo, no siempre es así. Los conocidos como anillos oculares también forman parte de algunos de los ojos más bonitos de entre las aves ibéricas. Es por ejemplo el caso de las currucas (Sylvia sp.) o de los mirlos (Turdus merula, Blackbird).

Mirlo común (Turdus merula, Blackbird)

Curruca carrasqueña (Sylvia cantillans, Subalpine warbler)

Algunos ejemplos fotográficos más:

Agateador común (Certhia brachycatyla, Short-toed treecreeper)

Arrendajo (Garrulus glandarius, Jay)

Torcecuello (Jynx torquilla, Wryneck)

Verderón serrano (Serinus citrinella, Citril finch)

Piquituerto común (Loxia curvirostra, Crossbill)

Pechiazul (Luscinia svecica, Bluethroat)