3 de enero de 2009

Año Nuevo en Villanueva de la Fuente



Pues ya estoy de vuelta. El 2008 se acabó y empezamos el 2009. El cambio de año en mi pueblo ha sido para mí de lo más interesante. Un cambio de ambiente, paisajes distintos a los que habitualmente veo, un clima diferente, otras aves… El tiempo que hemos tenido y otras circunstancias no me han permitido disfrutar todo lo que hubiese querido de la fauna de la zona pero aún así me vuelvo muy satisfecho.

El 2008 lo despedí con un par de jornadas de pajareo los días 30 y 31. No conseguí mi objetivo de volverme a casa habiendo visto algún pinzón real (Fringilla montifringilla) una de mis espinitas clavadas. Pero disfruté con otras especies como gavilán (Accipiter nisus), buitre leonado (Gyps fulvus), águila imperial (Aquila adalberti), pico picapinos (Dendrocopos major) o los escribanos soteños (Emberiza cirlus). Estas aves me cuesta más o menos encontrarlas en mis zonas habituales de pajareo, pero aquí sé que siempre puedo contar con ellas.



Sierra del Relumbrar

El día 31, último del año, fue aún más emocionante. Con las últimas luces del día fuimos a la Sierra del Relumbar (estribaciones de la Sierra de Alcaraz). Mi intención era ver algunas rapaces, pero no se veía ninguna en el cielo. De pronto mi madre dio la voz de alarma. Allí hay algo que se mueve, bajo aquella encina. Enfoco prismáticos y… ¡una cierva! (Cervus elaphus) No tardamos en localizar algunas más acompañándola, incluso algún vareto come confiado por la zona.


Ciervo (Cervus elaphus) Macho joven (vareto) y hembra

Saco algunas fotos a través del teles, de dudosa calidad debido principalmente a la poca luz que había.
Seguimos avanzando y a nuestro paso se levantan algunas perdices (Alectoris rufa) y rabilargos (Cyanopica cyanus). Y vemos algunos ciervos más, de hecho vemos bastantes ciervos. Muchas hembras y siempre algún vareto acompañándolas.



Habíamos estado otras veces en verano en la zona y no habíamos visto allí todavía a estos grandes mamíferos.

De pronto veo algo en un claro bajo una gran encina. Son dos animales de gran tamaño, tal vez dos ciervos más. Cuál es mi sorpresa cuando al enfocar con el telescopio veo que se trata de dos jabalíes (Sus scrofa). Una especie totalmente nueva para mí. Mientras los observamos un tercer jabalí se oculta entre el matorral muy cerca de nosotros.


Jabalí (Sus scrofa) La foto es mala porque ya casi no había luz. A pesar de todo se aprecia la crin que lo identifica como adulto.

Seguimos viendo algunos ciervos más pero la luz va cayendo y casi no se distingue nada. Sin rapaces pero muy satisfechos nos vamos a celebrar la última noche del año.

El día 1 dimos un paseo por las cercanías del pueblo. Vamos por un camino de huertas que va bajando hacia el río y se interna en las choperas de sus orillas, ahora sin hojas. Desde el principio me sorprende la enorme cantidad de mirlos (Turdus merula) que hay por la zona. Se ven muchísimos y el resto permanecen ocultos entre las zarzas cantando. Me sorprende por el hecho de que en verano pasé por la misma
zona y había mirlos, pero no llegaban a estas cantidades ni por asomo. Es obvio que hay una irrupción invernal bestial de estas aves en la zona. Me pregunto de dónde vendrán.


El paisaje alrededor del pueblo era una pasada con esas nubes bajas y la poca luz que había en el ambiente.

El camino lo amenizan los ruiseñores bastardos (Cettia cetti) con sus cantos y las currucas capirotadas (Sylvia atricapilla) y cabecinegras (Sylvia melanocephala) con sus vuelos siempre unos metros por delante de ti.
En un momento dado una rapaz de tamaño medio-grande aparece entre la densa niebla y se vuelve a ocultar tras ellas. El camino sigue hacia donde vuela, así que me espero para poder identificarla con claridad. Pronto veo que no es una sino varias, un mínimo de cinco. Ya estaba muy cerca de ellas cuando por fin puedo identificarlas, aguiluchos laguneros (Circus aeruginosus) y en efecto eran cinco, tres hembras y dos machos. Es todo un espectáculo verlos volar. Justo debajo de ellos hay bastante carrizo. De él s
alen grandes bandos de aves volando, pero la intención de los aguiluchos no parece ser cazar, sino más bien comprobar si es un buen lugar para dormir. De pronto dos aves cruzan sobre mi cabeza. EL primero de ellos de un blanco puro. Se trata de una pareja de aguiluchos pálidos (Circus cyaneus) y después de repasar el grupo de, en estos momentos ocho aguiluchos, descubro otro macho más de aguilucho pálido. Es todo un espectáculo ver a estas rapaces volar, y más así, todos juntos, saliendo y entrando en la niebla, entrando poco a poco al carrizo (a dormir me imagino pues el día nos abandonaba ya), subiendo y dejándose caer… Una maravilla de momento para comenzar el año pajarero (y el inicio de los exámenes) con fuerzas.


Me he dedicado a jugar un poco con el photoshop con esta foto. Fue una imagen que me encanto, los ciervos alejándose lentamente recortando su silueta contra el cielo entre las dos encinas. Una bonita forma de despedir el 2008 y celebrar la entrada del 2009. Que tengáis todos un feliz año.

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