11 de febrero de 2010

Debería haberme traído el telescopio...



El miércoles volví de pasar unos días por Cantabria con unos amigos. El plan no era pajarero, pero tener ahí mismo las Marismas de Santoña, el Cabo de Ajo y... un porrón albeola, pues hace que uno se meta los prismáticos en la maleta y espere tener algún huequecito.

El estar en foros como Territorio Natural también hace las cosas más fáciles. Al conocer a gente de los distintos puntos de la península te ahorras el tener que buscar información de cómo ir a los sitios y, muchas veces, te dan buenas pistas de cómo llegar a los mejores y dónde localizar algunas aves. En este caso me puse en contacto con Adina (Mª Ángeles) y no le puedo estar más agradecido. Me guió y acompañó por las mejores zonas de las Marismas de Santoña, me dijo cómo llegar al sitio donde hacían el RAM en el Cabo de Ajo, el recorrido desde donde me alojaba (en Ajo) hasta las Maisma Blanca con todas las paradas de interés que debía realizar...

Tener unos amigos dormilones también es una buena ventaja en estas ocasiones. Pude pajarear todos los días (salvo alguno en el que la falta de horas de sueño hizo mella en mí) entre las nueve y las doce y media, lo cual, para un viaje que no se centraba en el pajareo es más de lo que podía esperar.

El único fallo. Que el telescopio no entrase en el equipaje. En muchos sitios me quedé con ganas de ver un poco más (esos limícolas que corretean por la playa, las aves marinas que pasaban allá al fondo en Ajo o esas gaviotas que no aceptan que te acerques demasiado a ellas) o algunas de las especies que vi pude hacerlo mucho mejor (de estas no pondré ejemplos, que si no ya os digo todo lo que vi)


Cabo de Ajo

El primer día, el sábado seis, empezó con una visita al cabo de Ajo, a acompañar durante un tiempo a los sufridos observadores (hacía frío y caía una ligera lluvia) y hacer el RAM en un cabo distinto al de Cullera.

Me llevé una pequeña decepción al descubrir que, cinco minutos antes de que yo llegara, habían visto un frailecillo (
Fratecula arctica, Puffin). También habían pasado unas pardelas baleares (Puffinus mauretanicus, Balearic shearwater), pero eso no me importó tanto, jejeje. No desesperé y me senté a ver cómo iba la cosa. yo no podía ayudar mucho, casi todo lo que veían pasaba demasiado lejos para mis prismáticos. Principalmente pasaban alcatraces (Morus bassanus, Gannet) y algunas gaviotas.


En un momento dado, pasó una gaviota bastante curiosa. Tenía un vuelo característico, muy rápido y un patrón de colores también distinto. Era algo que yo antes no había visto. No la vimos nadie muy bien, pero quedó identificada como gaviota tridáctila (
Rissa tridactyla, Kittiwake). Para mí era una especie neuva, pero he decidido no contárme el bimbo por la pobre observación que tuve.

Pasado un rato, mientras miraba unos alcatraces que pasaban entre las enormes olas, vi unas figuras con forma de pato que coronaban una de ellas. Di la voz de alarma y en seguida se puso todo el mundo a buscarlos. No era tarea fácil, yo no me aclaraba para dar indicaciones (como eché de menos aquí nuestro tranquilito Mediterráneo) y tampoco conseguía identificarlos sólo con los prismáticos. Para terminar de complicar la cosa las aves en cuestión no paraban de sumergirse. Finalmente Jesús dio con ellos. Poco a poco todos fueron enfocándolos con sus telescopios. En ese momento justo yo tuve que irme pues había quedado con Mª Ángeles en Escalante. Cuando me iba creo que quedaron de acuerdo en que se trataba de colimbos árticos (
Gavia arctica, Black-throated loon).


Antes de salir hacia Escalante recogí a uno de mis amigos que ya se había despertado, Jacob, y quiso acompañarme a ver que era eso que tantas horas de tiempo libre me robaba.
De camino hacia la zona nos cruzamos con una garduña (
Martes foina, Beech marten) atropellada y, unos metros más allá un esmerejón (Falco columbarius, Merlín) posado en un poste apaciblemente. A éste creo que lo vi todos los días.

Falco peregrinus en los alrededores de Ajo

Llegamos a Escalante algo antes que Mª Ángeles, así que me puse a ver que se movía por la zona. La primera sorpresa fue un bonito colimbo grande (Gavia immer, Great northern loon) que nadaba bastante cerca de nuestra posición. Mi anterior encuentro con esta especie fue un ave muy lejana en el Delta del Ebro el pasado diciembre. Así que la observación de este nuevo ejemplar la disfruté muchísimo, casi como si fuese la primera vez que lo veía.

Gavia immer

Me puse a repasar el resto de lo que se veía: zampullines cuellinegros (Podiceps nigricollis, Black-necked grebe), muchísimos zarapitos reales (Numenius arquata, Curlew) pastando en los prados del conocido "pólder de Escalante", un grupo de ansares (Anser anser, Greylag goose) junto a ellos, algunos combatientes (Philomachus pugnax, Ruff)...

En estas estaba cuando llegó Mª Ángeles con la familia al completo, incluído la más joven promesa del foro, Guille. Después de hablar un rato nos pusimos a la faena, la búsqueda de aves interesantes. Sacaron su telescopio, lo que supuso una gran alegría para mí, pues había bastantes aves lejanas que precisaban una identificación urgente.

Lo primero que hicimos fue repasar el bando de gansos. No tardamos en localizar los ánsares caretos (
Anser albifrons, White-fronted goose) que había entre ellos. No sabría decir cuántos pues mi vista se centró en otra especie. El que sería mi primer bimbo del viaje, una barnacla cariblanca (Branta leucopsis, Barnacle goose) que pastaba entre ellos.

Cuando todavía estábamos mirando qué había por la zona empezó a llover más intensamente, así que huimos al
observatorio de la Arenilla a refugiarnos. Allí coincidimos con la gente que estaba organizando el "Día de los Humedales", así que aumentó la cantidad de telescopios y de ojos mirando.


La cosa estaba bastante animada. Seguían las legiones de zarapitos, zampullines cuellinegros, somormujos lavancos (
Podiceps cristatus, Great crested grebe), garcetas comunes (Egretta garzetta, Little egret), algunas espátulas (Platalea leucordia, Spoonbill), silbones (Anas penelope, Wigeon) a patadas...

Entre las cosas más destacables, una serreta mediana (
Mergus serrator, Red-breasted merganser) pascando y una gaviota patiamarilla (Larus michaellis, Yellow-legged gull) que un poco más y se mete en el observatorio de lo cerca que estaba. Allí todo el mundo hablando y ella tan pancha.

Larus michaellis

Ya cuando inicié la ronda de telescopios la cosa cambió. Desde uno me llevé mi segundo bimbo. Por si una especie de barnacla en la primera mañana no era suficiente, me llevé las dos. Justo en frente, de nosotros había un bando bastante numeroso de barnaclas carinegras (Branta bernicla, Brent goose). Junto a ellas, otra observación interesante, tres gaviones (Larus marinus, Great black-backed gull). Estos no son un bimbo al cien por cien. Los vi en Nueva York, pero como la lista que realmente llevo es la de aves que veo en España me hizo bastante ilusión verlos.

Otro telescopio apuntaba al posadero de un águila pescadora (
Pandion haliaetus, Osprey). Cuando miré por él, no estaba allí, al levantar la vista y buscar con los prismáticos pude verla pescar y volver al posadero con un pez en las garras. No se cuántas veces la he visto hacer esto ya, pero es una visión que siempre emociona.

Chroicocephalus ridibundus y Haemantopus ostralegus

Pasado un rato la lluvia bajó su intensidad y pudimos salir del observatorio. Fuimos al puerto de Santoña, donde según me contaba Mª Ángeles, habían pasado una temporada un grupito de alcas (Alca torda, Razorbill). Los que había en el observatorio nos comentaron que la semana pasada sólo quedaban dos ejemplares, así que no esperábamos encontrarlas, pero por intentarlo que no quedara.

Cuando llegamos el tiempo se puso fatal. No había nada en el puerto (sólo un par de zampullines cuellinegros y algún comorán moñudo (
Phalacrocorax aristotelis, Shag)), y se empezaba a hacer la hora de volver. Nos despedimos y nos separamos. Por ese día no habría más pajareo.

La siguiente jornada de pajareo no fue hasta el día ocho de febrero, lunes. Volví a ir a Santoña, empezando por el pólder de Escalante. Las aves que por allí se movían no variaron mucho. Como única cosa destacable con respecto al día anterior, un grupo de alcaravanes (
Burhinus oedicnemus, Stone curlew) que salieron volando con la llegada de un ratonero común (Buteo buteo, Common buzzard).

Vista desde el observatorio de la Arenilla

En el observatorio de la Arenilla tampoco encontré nada destacable, así que me fui directamente al puerto de Santoña a ver si por allí encontraba algo interesante. Y vaya si lo encontré. Tres zampullines cuellirrojos (Podiceps auritus, Slavonian grebe) se zambullñian en las inmediaciones del muelle. Ya iban cuatro bimbos.

Por último me acerqué al
observatorio de Bengoa, a ver si había suerte con los cisnes cantores (Cygnus cygnus, Whooper swan) que se habían visto por allí anteriormente. Por desgracia, este bimbo no quiso llegar a mí.

Después volví a Ajo (donde nos alojábamos). Ya con mis amigos, dando una vuelta por los acantilados y las playas me encontré de bruces con otro bimbo más. Un bonito ejemplar de segundo invierno de
gaviota argétea (Larus argentatus, Herring gull). Había visto alguna otra que me había hecho dudar, pero con esta estuve totalmente seguro de que estaba ante una de ellas. Al igual que el gavión, no se trata de un bimbo real. Ya había visto esta especie en Holanda, pero siempr ehace más ilusión verla "en casa".


La tarde, en otro paseo por las mismas zonas, trajo otra sorpresa gaviotil y otro bimbo para mí. Una gaviota cana (Larus canus, Common gull) descansaba en un bando de gaviotas patiamarillas dispuestas a pasar la noche allí. Un día increíble desde el punto de vista de los láridos. Dos playas, dos bimbos.

La última mañana la dediqué al más raro de todos los bimbos que podía hacer (bueno, en realidad podía llegar a hacer hasta tres): el
porrón albeola (Bucephala albeola, Bufflehead) de la Marisma Blanca.

Marisma Blanca

Me equivoqué un poco con las salida que tenía que tomar en la autopista, así que llegué sobre las diez de la mañana, más tarde de lo que me hubiese gustado, el tiempo se me iba a echar encima. Llegue y eché un primer vistazo a la marisma. Había mucho porrón moñudo (Aythya fuligula, Tufted duck) y europeo (Aythya ferina, Common pochard), pero del albeola ni rastro (ni del osculado (Bucephala clangula, Goldeneye) tampoco).

Así que me dediqué a andar un poco pensando que tal vez había más charcas por la parte de atrás. Fue, en parte, una pérdida de tiempo. No vi nada destacable por allí, el tiempo se me agotaba y yo seguía sin ver el albeola. Llegué otra vez al sitio donde había mepezado. Me llevé los prismáticos a los ojos y allí estaba. El primer pato que enfoco es el que andaba buscando toda la mañana.

Intenté hacerle alguna foto después de unos minutos de observación, entre los carrizos de delante que no me dejaban enfocarlo y que no paraba de zambullirse ni un momento, me tocó irme sin inmortalizarlo.


Cygnus olor

Iba a empezar la búsqueda del osculado cuando empezó a llover, y, acto seguido a granizar. Corrí de vuelta al coche y esperé un rato. En vista de que la cosa no mejoraba mucho, di media vuelta y me fui. Tuve que dejar al osculado y la gaviota cáspica (Larus cachinnans, Caspian gull) de la Marisma Negra sin poder intentarlos.

Paré un rato a la vuelta en
Somo, donde todavía no llovía, pero tampoco encontré nada que no hubiese visto todavía. Lo más destacable un gavión en la playa y un grupo de chorlitejos grandes (Charadrius hiaticula, Ringed plover) bastante numeroso.

Larus marinus

Este día es el único que pude pajarear por la tarde. Mis amigos me dijeron de ir a algun sitio y les propuse intentar localizar a los cisnes cantores, que tenía ganas de bimbarlos y se me estaban escapando.

Empezamos por el pólder de Escalante, una vez más. Allí había más o menos lo de siempre, pero vi algo blanco que se movía en una rama de los árboles del fondo. Mª Ángeles me dijo que por allí es por donde se solía mover el
ibis sagrado (Threskiornis aethiopicus, Sacred ibis). Dada la distancia, sólo con los prismáticos, no podía llegar a ver bien si se trataba de él o de alguna garceta. Esperé durante un rato con la vista fija y, por fin, sacó la cabeza de entre las plumas. Ese contraste blanco y negro y pico alargado no dejaba lugar a dudas. ¡Nueva especie!

De aquí nos fuimos directamente a Bengoa. Mientras andábamos hacia el observatorio vi, en los prados que había junto al agua, dos puntos blancos que destacaban sobre el resto. Mi bimbo me esperaba.

Egretta garzetta

Cuando llegamos al observatorio estuve observándolos durante un buen rato. Otro bimbo tachado. La luz se estaba yendo poco a poco, yo me llevaba nueve especies nuevas, no me podía quejar, me había salido casi todo bien. Había sido un buen viaje.

Mientras pensaba todo esto no paraban de sobrevolarnos garcillas bueyeras (
Bubulcus ibis, Cattle egret) que se iban al dormidero. Un amigo dijo:

"Mira, ahí va una negra"

Alcé la vista pensando en un cormorán (
Phalacrocroax carbo, Great cormorant), pero lo descarté en cuanto vi al ave que volaba con als garcetas. El pico curvo y las patas largas, así como ese rápido aleteo, no podía ser otro, un morito (Plegadis falcinellus, Glossy ibis).

Y con esto termina la crónica de mis andanzas por Cantabria, sólo me queda añadir:

Prismáticos Olympus EXPS I: 195 €
Pasar cinco días en Cantabria: 150 €
Que tus amigos (no pajareros), insistan en que una cita es suya y que se la debes a ellos:
No tiene precio


4 comentarios:

Brookei dijo...

Jajajaja, enhorabuena por todos los bimbos, por el viaje y por tus amigos. A veces les cuesta entender eso de los pájaros pero de vez en cuando se dejan "engañar" jeje.

Un saludico
Ricardo

Anónimo dijo...

Muy bien aprovechados esos momentos pajariles, nada menos que 9 bimbos ¿eh?

Seguro que la siguiente vez el telescopio va si o si jeje.

Las fotos son muy bonitas, esa pati está que se sale de la foto y cualquier día te la encuestras por casa.

Saludos Begoña (Alca)

Anónimo dijo...

El final de la crónica sensacional, me he reído mucho.

El resto en tu línea habitual.

Llegar 5' tarde y no ver un frailecillo...¡¡¡NO TIENE PRECIO!!!

(Con la pista del frailecillo supongo que no hace falta que te diga quien soy.)

Álex Alamán dijo...

Muchas gracias a todos por los comentarios.

Al anónimo, creo que si que te he pillado ;)

A ver si el próximo frailecillo cae aquí, en un RAM en Cullera, y no llego tarde :D