22 de febrero de 2009

Visita a l'Albufera: algo más que reidoras



El viernes por la noche recibí una llamada de Toni Mulet diciéndome que él y algunos amigos (Jana, Guillermo y Alberto) subirían desde Alicante y Gandía a l'Albufera de València el sábado por la mañana. Puesto que yo ya tenía pensado acercarme a la zona quedamos sobre las diez y media, pues ellos antes iban a ir a ver los negrones especulados (Melanitta fusca) que hay en el puerto de Gandía.

Como no era muy pronto yo decidí aprovechar algo más el tiempo y sobre las ocho y media de la mañana ya estaba por los alrededores del Palmar. Casualmente mientras me acercaba a unos campos en los que se veía mucha gaviota (y yo había leído que por la zona se había visto gaviota de Delaware (Larus delawarensis)) me encontre con Arturo Cabos, Juan Pertegaz y Gabi Llorens, compañeros de la SVO.

Aquí intentaba sacar a las agujas colinegras, pero como he tirado las fotos con menos calidad de la que tocaba no se ha podido recortar. Aún asi se ve más o menos el aspecto general que tenían los campos.

Ya llevaban allí un ratito registrando el enorme grupo de gaviotas reidoras (L. ridibundus) y las no menos numeroesas agujas colinegras (Limosa limosa). Entre estas dos especies se veían algunas otras tales como gaviotas patiamarillas (L. michaellis) y sombrías (L. fuscus), correlimos común (Calidris alpina), combatiente (Philomachus pugnax), andarríos grande (Tringa ochropus), un archibebe oscuro (T. erythropus)... Y los que para mí fueron más interesantes (por el hecho de ser la primera vez que los veía) dos correlimos gordos (C. canutus).

Una de los cientos de miles de gaviotas reidoras que había en la zona. Muchas ya con la cara totalmente oscura, otras como esta a medias y otras muchas todavía no han empezado.

Entre unas cosas y otras el tiempo fue pasando y se me hizo la hora de ir a Cullera, donde había quedado con el resto de gente. Así que me despedí de los otros (aunque no tardaríamos en volvernos a ver) y me encaminé hacia el punto de quedada.
Como llegué algo pronto monté un rato el teles en el Faro de Cullera para ver si pasaba algún ave marina, pero a pesar del estado de calma del mar que dejaba verlo todo ningún bicho se digno a dejarse ver.
Cuando apenas habían llegado los invitados del sur recibí una llamada de Arturo Cabos. Estaban en el Ullal de Baldoví viendo a dos lechuzas (búhos) campestres (Asio flammeus). Sin dudarlo un momento pusimos rumbo al lugar que nos indicaban. y aquello fue llegar y besar el santo. No habíamos terminado de sacar todos los aparejos de observación cuando uno de los ejemplares nos deleito con uno de sus vuelos a ras de suelo, permitiéndonos observarlo en todo su explendor (segundo bimbo del día). Nos acercamos un poco más a la zona donde se había posado, pero nos resulto totalmente imposible relocalizarla. A cambio, Toni Mulet, detectó dos ejemplares adultos de cigüeña negra (Ciconia nigra). Una observación muy interesante aunque un poco lejana. Además sobre nuestras cabezas un par de ratoneros (Buteo buteo), águila calzada (Hieraaetus pennatus) y aguilucho lagunero (Circus aeruginosus). En la lejanía un cernícalo vulgar (Falco tinnunculus) devoraba su presa sobre un poste de la luz.


Chorlitos dorados y avefrías. Todavía había una gran cantidad en el suelo, así que se puede ver bien la magnitud del bando.

Desde aquí nos fuimos (ahora los dos grupos juntos) a las cercanías del Palmar con la intención de buscar chorlito dorado (Pluvialis apricaria) y avefría (Vanellus vanellus). Nos recibió un enorme bando mixto de ambas especies que después de unos segundos de indecisión terminó posandose en un campo muy cernano a nosotros. A parte de los chorlitos y avefrías también se alimentaban en el campo unos cuantos correlimos comunes y alguno menudo (C. minuta). Detrás de nosotros, entre el carrizo jugueteaban pechiazules (Luscinia svecica) y tarabillas (Saxicola torquata). Y en los campos cercanos gaviotas reidoras, de audouin (L. audouinii), garzas reales (Ardea cinerea) y una garceta grande (Casmerodius albus).
Aquí nos despedimos de Arturo, Gabi y Juan y nos encaminamos al lugar donde había estado yo por la mañana. En el camino no hicimos paradas pero se veían algunos escribanos palustres (Emberiza schoeniculus), cormoranes grandes (Phalacrocorax carbo), fochas (Fulica atra) y pollas de agua (Gallinula chloropus) así como algún aguilucho lagunero más.


Cormorán grande con el plumaje nupcial a tope ya.

Llegamos al lugar ya con más hambre que el perro de un ciego (ya pasaba la hora de comer y no habíamos almorzado, y algunos ni desayunado y atravesar el Palmar a estas horas puede ser mortal). Las especies no cambiaron mucho con respecto a lo que había visto por la mañana. Había algunas "gaviotas grandes" más pero el número de espátulas y reidoras parecía aproximadamente el mismo. También seguían por allí los combatientes y correlimos comunes, amén de algún archibebe común (T. totanus). Después de repasar una última vez las gaviotas con la esperanza de ver alguna de las "raras" nos decidimos a irnos a comer algo, a ser posible en el Racò de l'Olla, pero tal y como yo me temía estaba cerrado. Así pues decidimos terminar la jornada de pajareo en el embarcadero del lago. Allí nos entretuvimos tirando fotos a las gaviotas reidoras que se acercaban a comer y a los cormoranes que por allí pescaban. Un buen final para una jornada de pajareo muy satisfactoria.

La mayoria de reidoras estaban muy rosadas como esta, muy guapas la verdad.

Hoy la entrada viene con pocas fotos, pero es que esta mañana me he dado cuenta de que llevo desde que hice la entrada de las guías haciendo fotos con el mínimo de calidad y, por tanto, si antes se salvaban sólo unas pocas así se me han salvado poquísimas.

19 de febrero de 2009

Entre clase y clase, pájaros



Llevaba unos días pensando que la universidad (UPV) era un lugar muy interesante para fotografiar aves ya que, generalmente, se muestran más confiadas que en otros sitios y están acostumbradas a que la gente pase a su lado sin inmutarse.
Así pues, hoy, por fin, he podido comprobar si así era y entre las clases y una conferencia a la que debía asistir he estado paseando por los jardines intentando retratar a estas aves urbanas.

El resultado ha sido satisfactorio pese a que todavía no controlo del todo la cámara. La mayoría de aves que he visto se han dejado fotografiar a gusto y me han dejado que me meta un poquito en su vida privada.

Este galán echaba piropos desde su rama a todas las hembras que pasaban cerca de él.

Sentando en un banco he ido viendo las idas y venidas de una pareja de mirlos (Turdus merula) que no dejaban de picotear el suelo blando y se acercaban uno al otro sin atreverse a decirse nada todavía.

Estos dos no han parado de tontear en todo el rato, que ahora te persigo un rato, ahora me persigues tú, pues ahora me voy, ahora vuelvo...

Los verdecillos (Serinus serinus) en cambio estaban más animados, y el que no estaba comiendo en el suelo estaba en una rama cantando con alegría al amor, y si no, con sus típicos vuelos mariposeantes yendo de árbol en árbol y haciéndose notar.

A este verdecillo no le gustaban las fotos y no me ha dejado ni intentar sacarle una posado. Ha salido esto, movido y un poco desenfocada, pero me ha gustado como ha quedado.

A este le he caído algo mejor y me ha dejado sacarle alguna fotito mientras cantaba alegremente

También algunas tórtolas turcas (Stretopelia decaocto) se hacían arrumacos escondidas entre las ramas de los árboles o bien a la vista sobre alguna de las muchas esculturas que salpican los parquecitos de la UPV. Parece que no pero poco a poco la primavera intenta quitarle su puesto al invierno, aunque todavía le cuesta y sólo algunos pajarillos la ven llegar.

Esta foto ha salido un poco desenfocada, pero me ha gustado mucho la composición y la pose del carbonero, así que la he dejado. además los carboneros son unas aves que me encantan.

Un buen ejemplo pueden ser los gorriones (Passer domesticus) o los carboneros comunes (Parus major). Los primeros porque ya empiezan las persecuciones de los machos y no paran de piar como locos en cualquier rincón y los segundos porque mientras bailoteaban por las ramas nos mostraban todo ese registro musical que tienen guardado en sus pequeñas cabecitas (empezando por ese famoso "chi-chi-pan" tan característico).

Aquí andaba yo buscando a un gorrión esquizocroico con algunas plumas de la cola blancas. No he conseguido sacarle ninguna foto en la que se le vea la cola, pero es el que se ve en la foto. Lleva desde principio de curso moviéndose siempre en la misma zona y con su grupillo picoteando en la misma jardinera. Ahí donde esta es donde luego en primavera hacen sus nidos.

Otras especies todavía no están tan alterados y dedicaban su tiempo a comer. Es el caso de las abubillas (Upupa epops) que buscaban lombrices en una zona recién regada de césped aunque demasiado lejos de mi objetivo. Tampoco los petirrojos (Erithacus rubecula) tenían ganas de fiesta y se escondían de mi dando pequeños saltitos bajo los arbustos. Aunque su curiosidad les lleva siempre a revelar su posición cuando se acercan a mirar qué es lo que estás haciendo.

Este jilguero ha aparecido durante cinco segundos y luego se ha esfumado, sólo me ha dejado documentar su presencia con esta foto de espaldas

Un reclamo ha llamado mi atención en un momento dado, casi cuando me iba. Es un sonido muy habitual en la universidad, pero a mí siempre me gusta verlas, así que me he puesto a buscar a la cotorra de Kramer (Psittacula kramerii) que gritaba escondida entre las ramas sin hojas de un árbol. Pronto se ha oído que otra la reclamaba y juntas se han alejado volando.

Exóticas, invasoras y muchas cosas más, pero en el fondo me encantan estas cotorras, son una preciosidad de bichos

Me han faltado por ver algunas de las especies habituales en nuestros jardines como son las currucas cabecinegras (Sylvia melanocephala) o capirotadas (S. atricapilla), los mosquiteros comunes (Phylloscopus collybita)... Y algunas de las que he visto no las he podido fotografiar, como las omnipresentes gaviotas patiamarillas (Larus michaellis), los estorninos negros (Sturnus unicolor)...

Este ratito de observaciones urbanas me ha llevado a pensar un poco. Resulta curioso la cantidad de aves (y especies distintas) que encontramos casi en cualquier lugar y lo desapercibidas que pasan para todo el mundo. No me extraña que vivan tranquilas en lugares así, donde cuando cantan o profieren sus reclamos más sonoros sólo algunos locos levantamos la cabeza. A mí me gustaría que esto no fuese así, y este es uno de los motivos por los que hice el blog y por lo que hago esta entrada, para intentar mostrar que casi sin movernos de nuestra casa podemos descubrir una naturaleza increíble, montones de seres distintos siempre agradables de observar.

13 de febrero de 2009

Nuevas Guías para un paseo por el Nuevo Mundo



Este verano, en el mes de agosto, tenemos un viaje preparado a Nueva York, Washington y Buffalo (junto a Canadá y las cataratas del Niágara). Por primera vez pisaré suelo no europeo, por primera vez cruzaré de parte a parte el océano y por primera vez veré en persona todos aquellos lugares que tanto he visto en las películas. Es obvio que toda esta parte de la aventura (el conocer un nuevo continente, ciudades tan famosas...) es lo más interesante del viaje, pero como nunca sé cuando podré volver (ni si volveré) también quería aprovechar los pocos huecos que tengamos para intentar conocer un poco más a las aves que allí habitan. Para ello decidí comprarme alguna guía de aves ahora e ir ojeándola hasta entonces, para que nada me pille por sorpresa.


Entré en la página web de Amazon con la idea en mente de comprar
"The Sibley field guide to birds of eastern Nort America" siguiendo las recomendaciones que me habían dado en Territorio Natural. Dado el bajísimo precio que tenían y el beneficioso cambio Euro-Dólar decidí comprarme también la del oeste, simplemente por tener una guía más y aprender un poco más de las aves. Dado que todavía me sobraba algo de dinero de mi presupuesto mental inicial me dediqué a pasear un poco por la web a ver si veía algo más de mi interés para incluirlo y aprovehcar los gastos de envío. Entonces di con "The shorebird guide" guía de la que ya había oído hablar bastante y me habían recomendado muchas veces. Dado que los limícolas son un grupo que me gusta bastante y entreba en el precio fue la tercera guía que compré.

Las tres guías seleccionadas. Todas ellas están en inglés y tratan aves del continente americano.

Todo esto ocurrió por el mes de enero. Hace un par de días me llegaron todas ellas directamente desde Jamaica, y ahora que ya he tenido tiempo de hojearlas toca el turno de dar mi opinión sobre ellas.

Empecemos por "The shorebird guide" de Michael O'Brien, Richard Crossley y Kevin Karlson, de la editorial Houghton Mifflin.


Portada de "The shorebird guide"

La guía se divide en dos partes bien diferenciadas.

En la primera de ellas encontramos unas magníficas fotos de las especies. La mayoría de ellas tratadas en varias páginas y tratando casi todos los plumajes en los que se pueden encontrar a estas aves. También aquí aparecen los mapas de distribución de las especies y algunas explicaciones concisas sobre los distintos plumajes que aparecen en las fotos.
Esta parte a su vez está dividida en dos partes.


Inicio de las láminas de limícolas americanos y primera página de la lámina del chorlito gris.

Una para especies habituales (dado que es una guía de limícolas americanos, aquí habla de los habituales para ellos) y una segunda de rarezas (que son nuestros limícolas y algunos asiáticos).

Inicio del apartado de rarezas con un par de preciosas fotos de falaropo picogrueso y archibebe común

Dado que hay muchas especies comunes y trata de una forma muy amplia a las rarezas europeas la guía también nos sirve a nosotros aquí.

La segunda parte de la guía contiene las fichas de las especies. Aquí describe ampliamente todas las caractarísticas de cada una de las especies así como aspectos de comportamiento, migraciones, voz y subespecies. Todo muy bien explicado y ordenado.


Inicio del apartado de fichas.

Como se habrá intuído ya mi opinión de esta guía es buena y me han parecido muy justas las críticas que me habían hecho sobre ella, creo que vale la pena tenerla, sobretodo a todas aquellas personas que les gusten los limícolas. Y debo decir que el hecho de que esté en inglés no debe echar atrás a nadie. Es un lenguaje bastante sencillo a pesar de lo específico que puede llegar a ser, y con un nivel de inglés normal (de colegio como el mío) se puede entender todo.

Y ahora le toca el turno a
"The Sibley guide". Escrita e ilustrada (Todo un trabajazo) por David Allen Sibley y de la editorial Audubon.

Los dos tomos de "The Sibley guide"

Como ya he dicho, la guía, viene dividida en dos tomos. Uno para tratar las especies del este del continente y otro para las del oeste (algo así como el All Stars de la NBA). En cada uno de los tomos se describen todas las especies que podemos encontrar en las regiones geográficas descritas. Desde las especies más habituales a las rarezas y divagantes. En cada página se describen cuatro especies, dibujadas todas ellas como mínimo con tres plumajes (juvenil, nupcial y no reproductor) y con un corto texto en el que se describen algunas características importantes, hábitat y la voz. También aparecen en la misma página los mapas de distribución de cada especie.
Antes de tratar las especies de cada orden encontramos un par de páginas en las cuáles nos describen los rasgos principales que definen al orden, las familias que lo forman y todos los géneros en los que se divide con pequeños dibujos de algún ave representativa de este orden (normalmente hembras para que se observen las diferencias entre ellas).



Interior de las guías. A la izquierda vemos la introducción al orden de las rapaces diurnas (Falconiformes), se observa lo que he comentado más arriba de los dibujos de especies representativas de cada uno de los géneros y la corta descripción del orden que represnetan. A la derecha ejemplo de cómo son las fichas de las aves.


Por último me queda añadir que al principio de la guía encontramos varios dibujos de aves en las cuales señalan partes de su morfología y plumas y las nombran, lo cuál viene muy bien para familiarizarnos con el idioma y ampliar nuestro vocabulario en inglés en este sentido.

Mi opinión es que esta guía está bastante bien y que cumple favorablemente su función (obtener una visión general de las especies americanas y poder identificarlas correctamente). Es cierto que los textos son un poco cortos y a veces echas de menos alguna descripción más o dibujos. Pero también hay que ver la enorme cantidad de especies que se tratan y que, si se extendiesen un poco más acabaríamos llevando al campo una mochila sólo para cargar con la guía.
Por otra parte he visto que algunas especies que ahora mismo se consiferan como tal aquí todavía parecen como subespecies, como puede ser el caso de
Anas carolinensis o de Larus smithsonianus pero creo que estos son detalles sin importancia.

Así pues y como ya se intuye de todo lo que he contado estoy bastante satisfecho con la compra de ambas guías y las recomiendo a todo aquel que quiera ampliar sus conocimientos sobre limícolas o sobre especies americanas.